Martes 28 de septiembre, 2004. San José, Costa Rica.


Campeonato Nacional 2004-2005


 

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Foto Principal: 816721
Archivo/Grupo Nación/Al Día

Nutrición

Obesidad en los niños

Marcela Dumani

mdumani@racsa.co.cr

La obesidad y el sobrepeso en los niños costarricenses ha aumentado considerablemente en los últimos años, y el problema crece conforme aumenta la edad y el grado de urbanización, siendo mayores los porcentajes de riesgo de obesidad en la edad escolar que en la preescolar, y en las zonas metropolitana y urbana.

Se define obesidad como una acumulación de grasa en el organismo que hace que el peso esperado para la edad y el tamaño, según los estándares, sea superado en un 20 por ciento o más.

Muchas veces, los adultos vemos con descuido este problema y pensamos que, con el tiempo, desaparecerá. Sin embargo, un niño obeso podrá ser o no un adulto con este problema, y todas sus consecuencias, dependiendo básicamente de la edad de inicio de la obesidad y de la gravedad de la misma.

Los científicos dicen que cuando la obesidad inicia entre los 6 meses de edad y los siete años, existe un riesgo de un 40 por ciento de que el niño o la niña sean adultos obesos. Si el inicio se presenta entre los 10 y los 13 años, las probabilidades de una obesidad en la etapa adulta aumentan hasta un 70 por ciento.

La obesidad tiene muchas causas, pero las más importantes son el consumo excesivo de nutrientes (en especial grasas y carbohidratos) y el poco gasto de energía, o sea, la falta de actividad y ejercicio físico.

Un consumo excesivo de nutrientes tiene relación con el tipo de alimentos seleccionados, los gustos y las preferencias, el número de veces que se come al día, el tiempo dedicado para comer (si es muy poco, la saciedad cuesta más y se tiende a comer más cantidad de la cuenta) y otros.

La posibilidad económica que permita tener acceso a una dieta variada y sana es un factor muy importante, y de hecho vemos que la obesidad se presenta indistintamente en sectores de la población con pocos o suficientes recursos económicos. Así, no es sólo un problema de abundancia, sino también un problema de acceso limitado a variedad y calidad de alimentos.

No es casual que el problema del sobrepeso en la niñez se presente con más fuerza en las zonas metropolitana y urbana del país, en las que hay abundancia de oferta de productos muy altos en grasas y carbohidratos (aunque ya se observa un cambio de hábitos de alimentación en zonas rurales alejadas) y los espacios y las posibilidades para la actividad y el ejercicio físico son limitados.

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