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Mucha gente Gran número de personas, entre amigos, familiares, conocidos y clientes, despidieron a las hermanas Yolanda y Susana Medina Medina, de 64 y 62 años, en el cementerio de El Porvenir de Desamparados. Herbert ARLEY/Al Día
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Taxista sería clave
Posible testigo de doble crimen en Desamparados Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA alvarosanchez@aldia.co.cr
Un taxista cuya identidad se reserva el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), sería el testigo más importante que los llevaría a esclarecer el crimen de las hermanas Yolanda y Susana Medina Medina, de 64 y 62 años, respectivamente.
El taxista habría observado a los hombres cuando huían de la vivienda de las víctimas, pues esperaba a un pasajero muy cerca del lugar del doble homicidio, confirmó una fuente judicial.
El doble homicidio ocurrió el viernes a las 2:20 p.m. en El Porvenir de Desamparados, en la casa de Susana, quien era una educadora pensionada.
Ambas tenían un disparo cada una y, según las indagaciones preliminares, fueron ultimadas a sangre fría.
El funeral de las hermanas se efectuó ayer a las 9 a.m. en El Porvenir de Desamparados, con asistencia de gran número de personas.
Una fuente judicial confirmó ayer que el robo sería la causa de los homicidios, pues los dos sospechosos que habrían participado del hecho se llevaron entre ¢600 mil y ¢1 millón en joyas y dinero en efectivo.
Jorge Rojas, director del OIJ, indicó ayer que aún no tienen identificados a los sujetos, aunque saben que, al menos, serían dos los responsables del hecho. Alguien conocidoRojas recalcó que la investigación indica que podría tratarse de, al menos, una persona conocida la que ingresó a la vivienda. Sin embargo, aseguró que no es algo confirmado.
La fuente que consultó Al Día señaló que un hombre habría llegado al portón de la vivienda y pidió ingresar.
Al parecer, las hermanas eran muy cuidadosas con su negocio de joyas y no dejaban entrar a la vivienda a cualquier persona, por lo que la policía presume que alguien conocido sería uno de los sospechosos. El otro habría esperado en un carro cuyas características aún se desconocen.
La policía maneja la versión de un menor, vecino de las víctimas, quien habría escuchado cuando una de las hermanas le dijo al sospechoso: “¿le tiro las llaves o le abro”?
Ese niño también habría visto salir corriendo a los delincuentes, unos 15 minutos después que tocaron a la puerta. Despedida en grandeEran las 8:45 a.m. y la Iglesia de El Porvenir de Desamparados estaba a reventar.
Las hermanas eran muy conocidas por los vecinos de esa comunidad y por muchos otros de Guápiles de Pococí.
“Ellas son grandes amigas, siempre estaban al pendiente de nosotros. Esto demuestra que uno ya no está seguro ni en la casa, es algo muy lamentable”, declaró Ulises Morales, vecino de El Porvenir, quien en alguna oportunidad, explicó, fue cliente de las víctimas.
El llanto y la indignación. pero sobre todo la admiración, quedaron impregnadas en una despedida muy concurrida.
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