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Hombres interesados La instructora Íngrid Roldán explicó que al gimnasio Fitness Centre, en el Mall San Pedro, han empezado a llegar muchos hombres para usar la cámara de bronceado. José RIVERA/Al Día
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Bronceado artificial... tenga cuidado
Puede provocarle desde manchas hasta cáncer de piel Mónica UMAÑA D. monicau@aldia.co.cr
¡Ganga. Cambie el color de su piel por solo ¢2.400!
Si usted es de esas personas que quieren broncearse en cámaras artificiales, ponga atención.
Los riesgos que corren quienes se broncean en esas cámaras -sostienen especialistas consultados por Al Día- van desde exponerse a quemaduras y a la aparición de manchas en la piel, hasta un aumento en las probabilidades de sufrir melanomas (tumores malignos) o cáncer de piel.
"Lo primero que le recomendaría a una persona es que no se vaya a broncear, lo mejor es mantener el color natural", señala el dermatólogo Mauricio Mora de Miranda.
En el Área Metropolitana hay aproximadamente 60 salas de bronceado, y en el resto del país funcionan otras 30. Sin embargo, estos datos son preliminares, pues el Ministerio de Salud está levantando un listado oficial de estos locales, que estaría listo en marzo.
En el Gimnasio Victoria, en San Pedro, las sesiones son de 20 minutos. Quienes deciden optar por esta forma para broncearse, lo hacen "porque les da pena que los vean tan blancos cuando van a la playa, o por falta de tiempo para ir hasta allá", explica su dueña Victoria Vargas Ángulo.
Ingrid Roldán, instructora personal, quien labora en el Fitness Center del Mall San Pedro, y utiliza la cámara de bronceado, afirma que el cambio en el color de la piel se empieza a hacer evidente en la quinta sesión de bronceado.
"Antes venían más mujeres a broncearse, pero ahora vienen muchos hombres", explicó Roldán.
El jefe de Habilitaciones del Ministerio de Salud, Dr. Francisco Gólcher, dijo que actualmente esos locales trabajan con un permiso de funcionamiento, igual al de una sala de belleza. En el caso de los que se encuentran en un gimnasio, no necesitan sacar un permiso especial para funcionar.
"El problema de las máquinas de bronceado es que no hay legislación que las controle, cualquier persona va a otro país y compra máquinas de segunda mano para usarlas aquí. No existe una asesoría por parte del Ministerio de Salud, y nadie sabe con qué se está irradiando", aseveró el Dr. Mauricio Mora.
Diego González, dueño de la sala de bronceado "Sun Bay", en Tibás, calcula que una cámara puede costar alrededor de $12 mil (¢5,5 millones).
Las cabinas bronceadoras usan comúnmente 95 por ciento de rayos ultravioleta A (UVA), y 5 por ciento de rayos ultravioleta B (UVB).
Las cámaras usadas por estos establecimientos emiten rayos ultravioleta en grandes cantidades, para acelerar el proceso de bronceado. Sin embargo, no están bajo la vigilancia de un profesional en salud.
El Ministerio de Salud prepara un reglamento para regular estos centros, que en los últimos años han proliferado en todo el país, sin que exista una adecuada vigilancia sobre ellos.
La mayor preocupación es que no existe un registro de los equipos que entran a Costa Rica con estos fines, quienes los manipulan no tienen los conocimientos necesarios, y las personas que se broncean, no consultan con especialistas.
"Por eso, se está haciendo una reglamentación para estos centros, a fin de verificar la calidad de los equipos a la hora de importarlos, así como el mantenimiento preventivo y correctivo de los mismos", dijo Gólcher.
La ministra de Salud, María del Rocío Sáenz, aseveró que trabajan en un reglamento, porque consideran se necesita atender la problemática que estos centros puedan presentar.
Incluso, la diputada socialcristiana Lilliana Salas pidió a los congresistas que contemplen la aprobación de un proyecto de ley para la "Regulación de la venta y el uso de equipos y productos para bronceado artificial", que actualmente se discute en la Comisión Permanente de Asuntos Sociales. (Ver nota aparte) RiesgosEl Dr. Gólcher y los dermatólogos Mora y Álvaro Chan Cheng recomendaron que quienes decidan broncearse en este tipo de cámaras, primero consulten con un dermatólogo, para saber qué es lo más recomendable para su tipo de piel, y si están en condiciones de broncearse.
En nuestro país, quienes se interesan en broncearse son las personas más blancas, precisamente las que corren más riesgo por tener poca melanina, la sustancia natural que le da color a la piel.
El Dr. Mora relató que, hace unos años, conoció de un estudio hecho en este tipo de locales, donde se encontró que las cámaras de bronceado tenían radiación tipo C, la más peligrosa y que produce lesiones cancerosas.
El Dr. Chan Cheng, jefe de Dermatología del Calderón Guardia, recordó que en esta época recomiendan a las personas no tomar el sol después de las 10 a.m., a fin de evitar quemaduras, debido a que los efectos de los rayos ultravioleta son acumulativos, y la factura la pasan a través de los años.
El reglamento que prepara el Ministerio de Salud, podría estar listo a mediados de año. En él trabajan, además del Departamento de Habilitaciones del Ministerio de Salud, la Dirección de Protección al Ambiente humano, Servicios de Salud, y Registros y Controles. En este último departamento se registrarían los equipos que entren al país.
Cifras
60: salas de bronceado funcionan en el área metropolitana
¢2 mil: cuesta una sesión de bronceado
$12 mil: es el valor aproximado de una máquina de bronceado
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Buscado Al centro de bronceado "Sun Bay", en Tibás, llegan entre 40 y 70 personas diariamente, según el dueño Diego González. José RIVERA/Al Día
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Hasta por ¢2 mil lo broncean
A las salas llegan muchos hombres Mónica UMAÑA D. monicau@aldia.co.cr
Por falta de tiempo para ir a la playa, o con tal de lucir una piel "dorada" durante las vacaciones de verano, los costarricenses eligen broncearse en una cámara especial. Por esto pagan desde ¢2 mil por una sesión.
Un recorrido por tres centros donde se alquilan cámaras para bronceado, permitió conocer por qué las personas prefieren los rayos ultravioleta de estos equipos, que tomar el sol en la playa o una piscina.
En el Gimnasio Victoria, en San Pedro, las sesiones son de 20 minutos. Quienes deciden optar por esta forma de broncearse, lo hacen "porque les da pena que los vean tan blancos cuando van a la playa, o por falta de tiempo para ir hasta allá", explicó la dueña Victoria Vargas Ángulo.
En este tipo de máquinas, las personas acostumbran usar algún acelerador en lugar de bronceador.
Vargas tiene una advertencia para antes de usar la cámara de bronceado, donde les indica que personas con melancolía, diabetes, lupus, mujeres embarazadas y con cáncer de piel no pueden utilizarla.
Luego de que alguien usa la cámara, Vargas la limpia con alcohol y desinfectante. Asegura que, en 10 años de tenerla, nunca han surgido problemas. La sesión cuesta ¢2.500.
Diego González, propietario del centro de bronceado "Sun Bay", en Tibás, explicó que cada tres meses se revisan los fluorescentes de las máquinas, para asegurarse que están equilibrados con los rayos ultravioleta A y B.
González, estudiante de Medicina, explicó que se recomienda una sesión de bronceado de día de por medio, para que el cuerpo asimile los rayos que recibe.
Además, tienen mayor cuidado cuando una persona mayor de 50 años acude a broncearse, pues no genera la misma cantidad de melanina que una persona joven.
En "Sun Bay" le aplican un cuestionario a los clientes, donde les consultan sobre su tipo de piel, enfermedades, medicamentos que consume, y si usa productos hipoalergénicos. Esto último, debido a que los perfumes, maquillaje y desodorante pueden causar sensibilidad y producir irritaciones o manchas.
Una recomendación esencial es que se utilice protección ocular, pues los rayos podrían causar lesiones en los ojos.
En este local no permiten que las personas utilicen bronceadores con aceites, debido a que estimulan los "hijos de sol".
La reacción más común que presenta la gente, cuando se broncea en estas máquinas por primera vez, es una baja en la presión, por estar en espacios calientes y cerrados. También se pueden dar reacciones alérgicas
En el gimnasio Fitness Centre del Mall San Pedro, por día llegan alrededor de 8 personas a broncearse.
La instructora personal Ingrid Roldán, quien además utiliza la cámara de bronceado, afirma que el cambio en el color de la piel se empieza a hacer evidente en la quinta sesión de bronceado.
"Antes venían más mujeres a broncearse, pero ahora vienen muchos hombres", explicó Roldán.
Una sesión de bronceado en este centro cuesta ¢2.400.
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Primeras sesiones Marco García, de 19 años, se ha bronceado cuatro veces en la cámara del gimnasio Victoria, en San Pedro. José RIVERA/Al Día
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Pretenden mayor rigor
Iniciativa legislativa para controlar estos negocios Mónica UMAÑA D. monicau@aldia.co.cr
La falta de vigilancia en los centros de bronceado preocupa a la diputada socialcristiana Liliana Salas, quien propuso para discusión en la corriente legislativa un proyecto de ley, para la "Regulación de la venta y el uso de equipos y productos para bronceado artificial".
Actualmente, ese proyecto se discute en la Comisión Permanente de Asuntos Sociales.
"Nos enteramos de que algunos centros de bronceado no cumplen con los requisitos mínimos para mantenerlos abiertos. Además, estas máquinas no entran al país con la especificación de que son para broncear, y no hay una regulación específica para el tema", indicó Salas.
La idea de plantear un proyecto de ley surgió, según la legisladora, tras conocer la rigurosa vigilancia que tienen estos centros en países europeos, donde se han registrado casos de cáncer de piel.
"No se trata de un asunto de estética, sino de salud. Al no tener la regulación necesaria, nos exponemos a que se importen máquinas que en algunos casos son desecho en otros países, y aquí las importan a muy bajo precio", explicó la diputada.
El objetivo del proyecto es que todas las partes involucradas en estas actividades mantengan informados a los consumidores de los riesgos físicos y los efectos en la salud personal, generados por la utilización de los productos y equipos varios.
Se pretende que el técnico operador del equipo de bronceado tenga que informar al usuario sobre las condiciones del modo de prueba, y los efectos que este puede causarle a su salud.
La ley prohibiría utilizar equipos de bronceado cuando el consumidor o usuario es menor de 18 años.
De cuidado
-Una encuesta reciente, realizada en Estados Unidos, reveló que un 37 por ciento de adolescentes mujeres, y un 11 por ciento de los hombres, afirma haber utilizado una cámara de bronceado tres veces al año o más. Esto es especialmente preocupante, pues el riesgo de contraer melanoma es mayor cuando la exposición a los rayos ultravioleta ocurre antes de los 20 años. El melanoma es la forma más fuerte de cáncer de piel, ya que rápidamente se propaga a otras partes del cuerpo. Ocurre en las células que le dan a la piel su color natural, cuando éstas se dañan. Fuente: Revista Sabor y Salud.
-Según el doctor Darius Karimipour, profesor del Departamento de Dermatología del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, preocupa que los adolescentes no puedan ver los efectos que el bronceado puede tener en su salud, pues éstos aparecen más tarde. Agencia EFE.
-El cáncer de piel es causado mayormente por la sobreexposición al Sol o a cámaras de bronceado, situación que se agrava con el color pálido de la piel que posee la mayor parte de los costarricenses. La revisión a tiempo de lunares y manchas puede evitar el desarrollo de la enfermedad. Fundación para el paciente con cáncer.
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