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Hasta ahora, Díaz y sus acompañantes no han salido de Costa Rica. Esta foto fue tomada el martes en Honduras. Cortesía diario La Prensa de Honduras/Al Día
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Cameron está en el sur
Llegó en avioneta a Puerto Jiménez; la acompaña Jéssica Alba, de "Dark Angel" Guiselly MORA gmora@aldia.co.cr Colaboró Pedro Boza, corresponsal en Golfito.
Protegidas por las verdes montañas de Puerto Jiménez, las actrices Cameron Díaz ("Loco por Mary") y Jessica Alba (de la serie "Dark Angel") se encuentran en Costa Rica desde el miércoles disfrutando la tranquilidad y las bellezas de esa parte del país.
Ambas llegaron en un avión privado que aterrizó a las 3 p.m.
Una fuente en la región contó que están en un hotel exclusivo - a 50 kilómetros de Puerto Jiménez- acompañadas por guardaespaldas y productores de la cadena MTV.
Díaz y Alba salieron en la mañana del miércoles del aeropuerto de Roatán, en Honduras, hacia Costa Rica. La cadena de noticias AP informó que ella estaba en ese país "desde hacía seis días" grabando "un vídeo para MTV".
La visita de las actrices fue manejada con mucho sigilo; tanto que ni el director de Migración, Marco Badilla, ni el vocero de prensa de la Cancillería, Miguel Díaz, pudieron rastrear su entrada a suelo costarricense. Contra los "paparazzi"En Honduras, según publicó el diario La Prensa, Díaz y Alba protagonizaron un altercado mientras compartían con miembros de la etnia garífuna en los Cayos Cochinos.
"Para Díaz y el equipo de productores y camarógrafos todo era perfecto y estuvieron disfrutando, pero el festín se acabó cuando notaron la presencia de dos fotógrafos y la cosa se puso peor cuando supieron que el 'turista' que disfrutaba junto a ellos era el periodista de La Prensa".
Los fotógrafos lograron huir antes de que la comitiva de Díaz diera con ellos; no obstante, amenazaron a varios garífunas -quienes los habían recibido y hasta habían bailado con Díaz- de revisar casa por casa si no les revelaban dónde estaban los fotógrafos.
Al final, dice La Prensa, "la compensación de los acompañantes de Cameron hacia los fotógrafos fue de $100 (¢46 mil), la misma cantidad que entregaron para que se repartieran entre toda la comunidad. A cada uno le tocó un promedio de 50 lempiras, un poco menos de ¢1,300. ¡Cuánta generosidad!
En Costa Rica, también "solicitaron" mucha discreción. En uno de los puntos por donde pasaron, los dueños del negocio le advirtieron a sus empleados que no debían decir nada ni tomarles fotos.
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