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Consternación
El hecho de sangre conmovió al poblado de Wesfalia, porque los protagonistas son del lugar.
Róger MORETTY/Al Día
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Cruel final para macheteado
En Westfalia, Limón Roger AMORETTY, corresponsal
Rodolfo MARTÍN
rmartin@aldia.co.cr
Limón.-"¡Al menos déjenme defenderme!", expresó antenoche con valentía el nicaragüense José Alfonso Valles Villarreal, cuando se percató que los tres hombres, uno de ellos con un machete 28, se le abalanzaban con la intención de asesinarlo.
Acto seguido, ladeó un poco la bicicleta en la cual viajaba para que su mujer, Olga Jiménez López, se bajara y pudiera ponerse a salvo.
Ambos venía de comprarle unos pañales y de sacarle una cita médica a Mayeli, la hija de ambos de 3 meses.
La mujer corrió en busca de ayuda y, casi de manera simultánea, escuchó cuando el largo y filoso machete caía sobre la espalda y parte de la cabeza de su esposo.
No le dieron ocasión de defenderse y, por el contrario, lo atacaron a traición.
Eran alrededor de las 7:15 p.m. Los hechos, se desarrollaban 400 metros después del puente de Westfalia, carretera a La Bomba.
Valles, de 29 años, comenzó a gritar con desesperación por el dolor, al tiempo que empezaba a ser víctima de una grave hemorragia.
Los tres hombres huyeron del lugar, mientras que el nicaragüense, completamente desorientado, caminó unos 200 metros clamando por ayuda hasta caer moribundo en el patio de una casa cercana.
"¡Por favor ayúdenme! No me dejen morir!", expresó antes de expirar tendido en el suelo.
Vestía camisa negra, pantalón de mezclilla azul y zapatos tenis.
Valles, quien vivía del aserrío de madera para la elaboración de tarimas, habría sido atacado, supuestamente, por un vecino de apellido Chaves quien, supuestamente, estaba molesto porque argumentaba que para tal efecto últimamente estaba derribando árboles de poró sembrados en su propiedad.
Sin embargo, éstos más bien están plantados en el terreno de una cuñada de Valles.
Ayer, patrullas del OIJ y de la Fuerza Pública de Limón peinaban la zona tras los pasos del sospechoso.
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