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San Marcos de Tarrazú. Todo empieza en los almacigales, donde se siembran los "manquitos", las plantitas de café.
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Un año con el grano de oro
El fotógrafo Róger Benavides siguió de cerca la vida de nuestro valioso café, desde los almacigales hasta la bodegas donde descansa antes de la venta Roger BENAVIDES para Al Día
Antes de llegar a las tazas, humeante, el café hace un extenso viaje. Pasa por un largo y cuidadoso proceso desde el momento de la siembra y germinación hasta su llegada a los beneficios.
Todo empieza en los almacigales, cuando las plantitas se siembran en bolsas plásticas y se dejan al aire libre durante un año.
Luego se trasplantan a los cafetales para sustituir a matas viejas o para crear un cafetal nuevo. Un año después del trasplante, las matas ya estarán cosechando.
En marzo, durante un período que puede durar de tres a ocho días, los cafetales se llenan de flores blancas y olorosas.
A esto le sigue la aparición de pequeños granos verdes que irán creciendo hasta el enrojecimiento, unos ocho o nueve meses más adelante... La recolección es entre setiembre y enero.
Mientras tanto, en los cafetales se sigue con la poda, fertilización, atomizado, control de maleza, raspa o paleo, arreglo de sombras, deshija... El trabajo no acaba nunca.
Del cafetal los granos van a los recibidores, de allí a los beneficios. Entonces da inicio otro proceso, el chancado o pelado. A los granos se les quita la pulpa y pasan a las pilas de fermentación, donde se les elimina la parte que contiene la glucosa.
¿Qué más? El presecado, que puede ser en hornos o al sol. Cuando los granos están bien secos se almacenan y se les quita la cascarilla que los cubre. Algunos se seleccionan para semilla, otros se empacan en sacos que se exportarán o se destinarán al mercado nacional. El grano de oro empieza así su viaje...
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Naranjo. En marzo, el aire se llena con el aroma de los cafetales en flor. Las abejas hacen su trabajo de polinización.
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Bioley, Buenos Aires, Puntarenas. Roy Cortés revisa los primeros granos. Tendrán que pasar cerca de ocho meses para recogerlos.
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Santa María de Dota. Cerca de setiembre el café empieza a madurar. Los cogedores se preparan.
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Carrizal, Alajuela. Hora de recoger los granos. María José Martínez, de 4 años, viaja con su familia desde Nicaragua para trabajar en los cafetales ticos.
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Carrizal. Xinia Briones, de Alajuela, hace una pausa para almorzar antes de seguir la tarea.
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Carrizal. Antes de almacenar el café debe secarse bien, algo que se puede hacer al sol o en hornos.
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Carrizal. El grano de oro se guarda en las bodegas para su futura comercialización en el mercado nacional o fuera del país.
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