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Así representó un artista de la NASA el encuentro de la sonda con el cometa.
NASA/Al Día
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Impacto profundo
Nave de la NASA chocará contra un cometa el 4 de julio Alicia CHANG, AP
Los Ángeles. Los fuegos artificiales se usan en todo el mundo para festejar.
Pero en esta vez, la NASA espera provocar una lluvia de chispas espaciales en una misión audaz para abrir un orificio del tamaño de un estadio en un cometa cuya área es de unos 40 kilómetros cuadrados. De esta manera, los astrónomos podrían echar un primer vistazo a las entrañas de estos cuerpos celestes.
Si todo sucede de acuerdo con los planes, la nave espacial "Deep Impact" ("Impacto Profundo") lanzará una sonda del tamaño de un tonel de vino hacia el cometa Tempel 1, que se encontrará a unos 130 millones de kilómetros de la Tierra en el momento del impacto.
"Es una bala que trata de alcanzar a una segunda bala con una tercera bala en el momento preciso y en el lugar preciso", dijo Rick Grammier, directivo del proyecto en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.
Los científicos esperan que la colisión -el 4 de julio- abrirá un cráter en la superficie del cometa que les permita ver su núcleo y talvez revele algunos indicios cósmicos acerca del origen del sistema solar.
La flota de observatorios espaciales de la NASA -con los telescopios Hubble, Spitzer y Chandra- y varios telescopios de Tierra alrededor del mundo observarán y registrarán el impacto, así como el cráter resultante.
¿Qué podrá ver un observador desde la Tierra no provisto de instrumentos especiales?
Los científicos no lo saben. Pero si la sonda da en el blanco, la luminosidad del cometa podría aumentar hasta 40 veces, lo cual lo volvería visible al ojo en muchas partes del hemisferio occidental.
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