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Mala ortografía, bueno para el "traguito" y con gusto por los disfraces de nazi. Enrique resultó una verdadera joyita para la Corona inglesa.
Archivo/Al Día
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Malito para las letras
Trampa delató al príncipe Enrique
Londres/ EFE. El director del prestigioso colegio de Eton, Tony Little, intentó ayudar al príncipe Enrique de Inglaterra, acusado de haber hecho trampa en un examen de arte, pero a costa de poner en evidencia su escaso dominio de la ortografía.
El príncipe Enrique, de 20 años, a quien su antigua profesora de arte, Sarah Forsyth, acusa de haber recibido la ayuda del director del departamento para pasar el examen, no pudo haber hecho trampas porque el trabajo que presentó está lleno de faltas ortográficas, según Little.
Si un profesor hubiese elaborado un trabajo de tan deficiente calidad y tan plagado de errores, se habría visto de inmediato suspendido como docente, argumentó el director de Eton.
La profesora, que acusa al colegio de haberla despedido injustamente y de discriminarla por su sexo, confesó haber grabado una conversación con el Príncipe para utilizarla en contra del colegio.
El director del centro se manifestó "horrorizado" por el hecho de que Forsyth hubiese recurrido a un método de defensa tan rastrero y transmitió el caso a la secretaría de Estado para Educación.
En la grabación, hecha en 2003, Enrique (tercero en la línea de sucesión al trono de Inglaterra) admite, supuestamente, haber hecho sólo parte del trabajo para el examen de la asignatura.
Mientras un tribunal laboral examina el caso, el príncipe Enrique sigue un duro curso de formación militar en la prestigiosa academia de Sandhurst, en la que ingresó el pasado domingo.
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