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Violencia política sacude a Bolivia
La Paz/AFP. Mineros bolivianos atacaron ayer con fulminantes de dinamita a policías y militares que custodian la Plaza de Armas de La Paz y fueron repelidos con andanadas de gases lacrimógenos y balines, en el segundo día de protestas sociales contra la ley petrolera en Bolivia.
El duro enfrentamiento que cimbró los palacios Presidencial y Legislativo, que se levantan en los costados de la crucial Plaza Murillo, no dejó más que daños a vehículos particulares aparcados en las calles adyacentes.
El choque se prolongó por espacio de 20 minutos, mientras crecía el número de manifestantes, campesinos, indígenas y estudiantes además de mineros, que cercaban la estratégica manzana que alberga ambos poderes nacionales y la sede de la Iglesia Católica.
La manifestantes presionaban por alcanzar la plaza central.
Según cálculos extraoficiales, alrededor de 2 mil manifestantes se agrupan en las esquinas y pasos en los alrededores de la Plaza de Armas, fuertemente custodiada por decenas de policías y militares.
"No se muevan de acá, aquí estamos seguros", ordenó un oficial de policías que comandaba a un grupo de 20 uniformados en medio de una nube de gas lacrimógeno.
Tras la escaramuza, la presión cedió, mientras los disconformes preparaban la instalación de un "cabildo popular" en la también céntrica Plaza San Francisco.
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