Familias tuvieron que salir de sus casas
Lluvia de tristeza y de dolor
Al menos, 100 personas evacuadas en Coronado, Tarrazú, Tárcoles y Upala Sylvia Alvarado, Rodolfo Martín, Edgar Chinchilla salvarado@aldia.co.cr
Coronado, Tárcoles y Upala. - Sin casa. Con las cositas que tanto les han costado, empapadas, llenas de barro o destruidas.
O lejos de su hogar, pasando la noche en la calle o donde alguien que les dio posada, porque su vivienda está guindando, inundada por el agua de mar o en peligro de deslizamientos.
Ésa es la realidad para unas 100 personas que, la noche del martes y la de ayer, vieron correr sus esperanzas tras las fuertes lluvias y vientos. Hasta anoche, 22 personas permanecían albergadas en el salón comunal de San Pedro de Coronado, y 33 en la escuela de Popoyuapa de Upala. 26 vecinos de San Marcos de Tarrazú se trasladaron a casas de familiares y, en Playa Azul de Tárcoles, 20 familias pasarían la noche en la calle, pues las grandes olas inundaron sus viviendas.
En San Marcos de Tarrazú, además, casas dañadas en 5 comunidades, 40 metros de capa asfáltica, tres puentes y un acueducto destruido es el saldo de las fuertes lluvias. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) informó ayer que se mantiene activa la alerta verde (preventiva) para la Vertiente del Pacífico y Zona Norte, y pidió a la población estar alerta, pues se han generado diversos sistemas que intensifican las lluvias. Eso lo saben bien esos 100 costarricenses a los que la furia de la lluvia, el viento, la tierra y el mar les recordaron que lo material vale poco cuando se tiene a la familia a salvo.
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Grettel Varela y su esposo Mario Hernández, en lo que quedó de su casa en Coronado. José Rivera.
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Las fuertes olas inundaron las casas de los vecinos de Playa Azul. Érick Córdoba.
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Un metro de agua inundó la casa de Timotea Hernández, cerca del Río Niño, en Upala. "Tenemos miedo, pero no podemos irnos por los ladrones; no tenemos adónde ir". Edgar Chinchilla.
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