PANI pide acabar con esos mitos

Ticos exigentes a la hora de adoptar

Quieren machitos, blanquitos y sin discapacidad

"Queremos que sea blanquito, de pelo claro y, preferiblemente, que sus padres biológicos no hayan sido adictos a las drogas".

Peticiones como estas se escuchan en la Oficina Nacional de Adopciones del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), cuando las parejas quieren adoptar.

Piden, además, "que se parezca un poco a mi esposo", "mejor si no tiene problemas de aprendizaje o alguna discapacidad física", "preferiblemente mujer, pues son más fáciles de criar" y "que tengan entre cero y cuatro años para hacerlos a nuestra manera".

Expertos en adopciones aseguran que los estereotipos son los culpables de que en el PANI hayan cerca de 30 menores que esperan una familia que los acoja y les dé mucho cariño.

En los primeros seis meses de este año, se tramitaron 32 adopciones: 25 de estas fueron solicitadas por costarricenses y siete por agencias internacionales.

Luz María Li, coordinadora de la Oficina de Adopciones, reconoció que las familias extranjeras están más dispuestas a adoptar niños mayores de 5 años y con alguna discapacidad física.

Sin embargo, nuestra ley exige que antes de dar a los niños a una familia foránea, se haga un gran esfuerzo para que el menor sea adoptado en su país de origen.

Al 31 de mayo del 2006, 82 familias nacionales y 20 familias extrajeras habían obtenido el visto bueno para convertirse en padres por esta vía.

Contra estereotipos

Ana Cristina Vargas, encargada de los procesos de adopción en el PANI, y Lilliana Saborío, trabajadora social y responsable de la promoción de adopciones, manifestaron que ya es tiempo de que los mitos desaparezcan por el derecho que tienen los niños a vivir en un hogar.

"Es increíble que los papás pongan tantas condiciones cuando los menores lo único que desean es tener una familia", afirmó Vargas.

Francisco Sánchez y su esposa Amalia Fonseca, vecinos de Tres Ríos, mantienen el deseo de adoptar un hijo; sin embargo, la primera vez que acudieron a una entrevista se percataron de los múltiples requisitos que les exigen y terminaron por desistir.

"No es que no queramos adoptar un niño grande, pero nuestro deseo es una bebé (mujer) recién nacida. Nosotros lo hablamos muy claro. Mi esposa y yo seguimos esperando tener a nuestra hija", dijo Sánchez.

Vargas explicó que la edad de los niños es una de las condiciones más discutidas, como lo es también el hecho que sean niños costarricenses.

Entre los que más cuesta ubicar, también están los grupos de hermanos.

"La gente dice que desea un niño pequeño para hacerlo a su manera o para que no sean desobedientes, pero la realidad nos ha demostrado que cuando hay empatía entre la familia y el niño, y ambos desean formar un hogar, los pequeños se entregan totalmente", añadió Vargas.

Dos hijos para madre sola

En noviembre del 2004, empezaba a tejerse una historia de amor.

"Martha", una mujer de 37 años y soltera, conoció en un albergue a "Sofía", una niña de 10 años.

Lo que "Martha" jamás imaginó es que aquella niña estaba en el albergue con su hermano "Kenneth", de 8 años. Los pequeños fueron declarados en abandono y por tanto podían ser dados en adopción.

Un año después, la mujer ya tenía en su hogar a los dos niños.

"La gente piensa que es difícil adoptar a niños grandes, pero es falso. Ellos están deseosos de tener una familia, de dar y recibir amor. Al principio, les costo y sintieron algo de desconfianza, nada que el amor no sane", contó.