Así es la vida

En diciembre ni las gallinas ponen

Actor

¡Por fin llegó diciembre! Ahora sí, comenzamos a sentir la proximidad del nacimiento del Niño; lo que nos llena de alegría, pero también de preocupación, pues, a partir de este momento, Tiquicia deja de funcionar. En cuestiones laborales, el calendario vigente en nuestro amado terruño solo tiene once meses.

¿Necesita efectuar un trámite con urgencia? Mis condolencias, porque lo más probable es que le digan que pueden ayudarle, pero hasta enero.

El “Ticus sapiens”; o sea, el habitante típico costarricense, tiene un subgénero al que científicamente se le denomina “Ticus fiesterus”, compuesto por el 85 por ciento de la población del país, que ya está ocupándose de la fiesta navideña de su empresa, el pachangón de fin de año de la asociación de empleados, la tamaleada o el paseo a la playa, con huevos duros incluidos.

A partir de hoy, el “Ticus fiesterus” entra en la temporada de prefiesta navideña y de fin de año. Es un estado casi de hibernación, con el fin de prepararse para el pelón que le espera.

Las obligaciones pasan a un segundo plano, y quien insista en lo contrario, es el “sapo” de la oficina.

Y al terminar el bacanal de fin de año, vienen otras distracciones como las fiestas de Palmares, los carnavales del Puerto, Semana Santa, vacaciones de medio año, el Día de la Madre y la romería, para llegar nuevamente a octubre y comenzar a celebrar la Navidad otra vez.