No vemos una a nivel internacional

¡Qué clase de fiasco!

Sub 23 hizo el ridículo . Celso le echó una mano a “Guima” en clasificación

¡Que termine este año!

Que añito tuvimos, que venga el 2008 a ver si levantamos cabeza, porque a nivel internacional no vemos una.

Con los clubes no se ganó nada, la Selección mayor solo pudo obtener el devaluado torneo de UNCAF y la Sub 23 terminó haciendo el ridículo.

La Tricolor no fue capaz de sostener una ventaja, debió llegar hasta los penales, donde el destino le hizo una mala jugada a Celso Borges.

Celso falló el penal y dejó el camino libre para que Panamá, el equipo de su padre, lograra el pase el torneo preolímpico que se jugará en marzo en Estados Unidos.

Lo de anoche fue un suplicio, más de lo mismo, una muestra clara de lo mal que anda nuestro balompié.

La Sub 23 dejó sin uñas a más de uno y provocó que a Hernán Medford por poco le diera un ataque de histeria.

Hernán tiró el sacó, lo revoleó en el banquillo y a gritos le jaló el aire a sus jugadores.

Medford vociferó sapos y culebras y no es para menos, lo ticos dejaron ir la ventaja, jugaron con una tranquilidad que asusta, bajaron la guardia y permitió que Panamá anotara, ganara el partido, empatara el repechaje y extendiera el sufrimiento a los penales.

Se calentó Hernán e hirvió la afición, que le silbó y se desesperó con los jóvenes, quienes en muchos casos cambian el fútbol por la fuerza.

Y es que cualquiera se calienta del colerón viendo el mal desempeño de los nuestros, quienes jugaron mal, pero muy mal.

Si Medford se ha quejado de falta de actitud por parte de los de la Sub 23, eso quedó reflejado anoche, donde Panamá jugando mejor, nos pintó la cara.

Los ticos terminaron agobiados, y aunque tras recibir el gol intentaron subir el nivel y arrinconar a los canaleros, es claro que la falta de conjunto martilló, por eso los nacionales terminaron cabizbajos. Mientras caminaban con la mirada al piso, Marcelo Tulbovitz, preparador físico del equipo les pedía que levantaran la cabeza, que mostraran ánimo, coraje, que aún faltaban 30 minutos.