Historia de un ganador del gordo navideño

“Diay sí, me pegué el chancho”

Jesús Rosales ganó ¢25 millones en la lotería navideña del 2006. La historia de este humilde peón bananero de Siquirres le saca carcajadas a todo el mundo.

Rosales juega el 03, pero por error, una mujer le vendió el 40 para la rifa de un chancho. En ese momento empezaron las coincidencias.

Una hija le pidió de regalo un equipo de sonido que valía ¢40 mil y un día que salió a tomarse algo en Guápiles, el 40 le llegó de “chiripa” para el sorteo del gordo de fin de año.

“Le pedí el 03, pero el carajo me dijo: cómpreme estos cuatro pedacillos de este que se me están cayendo a cada rato. Cuando vi que era el 40 le dije que no”, recordó.

Ante la insistencia, se dejó el número y la sorpresa llegó la noche del 17 de diciembre pasado.

Don Jesús tomaba café sin prestar atención al sorteo del gordo, cuando escuchó que su esposa gritó emocionada: “Salió el 40”.

De inmediato, Rosales respondió contento: “Diay sí, me pegué el chancho”. Cuando se percató de que además del animalito se pegó ¢25 millones, todo cambió.

“Fue gracias a Dios una bendición porque se lo pedí con fe, pero lo del 40 fue curioso”, expresó.

Con el dinero, Rosales arregló su casa, la de su mamá, compró un carrito y lo demás lo metió en el banco para proyectos futuros.

“Creo que pego de nuevo pero no le doy el número”, bromeó.