Padre sufre por hija que borracho al volante LE MATÓ

“Este es un dolor indescriptible”

Familiares de víctimas de accidentes en carreteras exigen nueva Ley de Tránsito

“Esa noche no podía dormir, estaba ansioso, angustiado, no sabía por qué. En la madrugada, la madre de Natalia me llamó y me dijo que mi hija había tenido un accidente y estaba en el hospital. Cuando llegué me dijeron los médicos que había muerto. Fue un dolor indescriptible.

Cuando mi exesposa me llamó, la angustia me nubló por completo. Yo creo que de alguna forma yo presentí que algo grave había pasado. Ella murió en el hospital, no donde se dio el accidente”.

Alejandro Trejos, con lágrimas en los ojos y profundamente conmovido, recordó ayer la dolorosa noticia que recibió la madrugada del 7 de octubre, cuando su hija, de 18 años, fue atropellada y asesinada por un conductor ebrio.

Con ella viajaban otros dos jóvenes universitarios que también fallecieron. Los tres ayudaban a indigentes como parte de una misión de la iglesia cristiana Pas.

El trágico accidente ocurrió frente al edificio de Acueductos y Alcantarillados, en avenida 10, calle 9, en el centro de la capital.

“Los bomberos me contaron que un grupo de gente que llegó a ayudar, habían levantado el carro, porque el cuerpo de Natalia había quedado debajo del automóvil.

Entrevista a Bienvenido Venegas. Audio: Esteban Rojas

El médico que la atendió me dijo que intentaron sacarla tres veces.

Cuando yo llegué ya estaba muerta, toda ensangrentada. Es terrible tener que ir a la morgue a reclamar el cuerpo, pero el trato en el hospital fue increíble, muy humano, gente que entiende lo que uno está pasando”, rememoró Trejos.

Intensidad fue la palabra que utilizó Alejandro Trejos para describir a su hija.

“A todo lo que hacía le ponía todo el esfuerzo, toda la pasión del mundo.

Ella era una apasionada del baile, siempre tenía cosas que hacer. A veces era muy chichosa, adolescente al fin y al cabo.

Ella decía que ya estaba harta de los hombres, que quería estar un tiempo sola, sin pareja y dedicarse más a los estudios.

Se volvía loca por todas las cosas en las que se metía, pero cuando las cosas no le salían bien se frustraba y se ponía de muy mal humor.

Mi Natalia tenía un gran amor por la vida, por el descubrimiento de las cosas ”, narró conmovido el padre de la joven.

Ella era estudiante del Instituto Tecnológico de Costa Rica, TEC, y estaba en primer año de la carrera de Diseño Industrial.

Su padre forma parte de un grupo de personas que han perdido a familiares en accidentes de tránsito provocados por el licor. Ellos buscan recoger más de un millón de firmas para presionar a los diputados que aprueben pronto sanciones más severas a conductores irresponsables.

El proyecto, que está en el Congreso desde el 2003, propone aumentar las penas de los homicidios culposos a un mínimo de cuatro años, y así evitar que se le otorgue el beneficio de ejecución condicional de la pena a los conductores ebrios.

En Costa Rica, la multa por manejar bajo los efectos del licor es de ¢20 mil.

Datos de la Policía de Tránsito revelan que de enero a setiembre de este año 29 personas murieron, producto de la irresponsabilidad de conductores que manejaban bajo efectos del licor y a exceso de velocidad.

Tragedias ocasionadas por el licor 1 de noviembre 2007 Aider Díaz, de 61 años, murió cuando un chofer borracho lo arrolló en Nicoya. 29 de octubre 2007 Dos niños muertos en Siquirres, tras un choque donde el conductor iba ebrio. 26 de octubre 2007 Un chofer borracho atropelló y mató a Gilberto Mauricio Villalobos Brenes, en Heredia. 18 de Octubre 2007 David Rodríguez, de 10 años, murió atropellado por un conductor borracho, en Pavas.

“Por irse de fiesta, enlutan” “Los hombres y las mujeres que manejan con licor, no saben el daño que están haciendo, esto va a enlutar a una familia, ellos no saben lo que se siente perder un hijo, por culpa de un irresponsable”, comentó Damaris Castro, quien perdió a su hija Karol Castro, de 21 años, en un accidente de tránsito provocado por un conductor ebrio. Damaris dijo que “los borrachos, por irse de fiesta llevan desgracia a otras familias, no saben lo que hacen”. Ella hizo un vehemente llamado a los conductores para que cuando tomen, no manejen sus carros. Además, criticó el lento accionar de las autoridades y los vacíos que tiene la actual Ley Tránsito. “Ellos no saben lo que es perder un hijo, por culpa de un irresponsable, solo uno que lo ha vivido en carne propia”, comentó afligida esta mujer, el viernes pasado.

“Pedimos, se haga justicia” Carlos Alberto Burgos, de 45 años, perdió la vida cuando un conductor que viajaba bajo los efectos del licor lo atropelló, el pasado 6 de diciembre. Burgos hacía fila, afuera del departamento de Licencias del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) antes que abrieran las puertas. El accidente lo causó un chofer de apellido García, que registró 1,85 de alcohol en la sangre. La madre de la víctima, Eugenia Burgos, con los ojos llenos de lágrimas, confesó que “perder un hijo por culpa de un irresponsable, es como que le arranquen parte de la vida”. “Pedimos que se haga justicia. No es posible que el que mató a mi hijo, esté hoy libre en las calles, yo dependía de él y ahora quedé desamparada”, comentó Eugenia.