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 Sucesos Martes 06 de noviembre, 2007, San José, Costa Rica.
   

Viceministro dice que fallo deja precedente

Condenan policía por homicidio en Pavas

Hugo Solano

San José - Un recorrido de rutina para un oficial de policía en el año 2000, en el que en determinado momento mediaron disparos, lo condujo a la prisión.

Los Tribunales de San José condenaron ayer tarde a 12 años de cárcel por homicidio calificado a Nelson Ureña Mayorga.

Contra policía

Aunque el oficial se mostraba confiado al ingresar a los tribunales, el fallo lo sorprendió. Dictaron además el pago de ¢5 millones de acción civil.

Los jueces Gerardo Segura, Jeannette Castillo y Marco Mairena, éste último presidente del Tribunal, dictaron además seis meses de prisión preventiva contra el expolicía, por lo que quedó detenido de inmediato.

Los acontecimientos se remontan al 21 de octubre del 2000 en Finca San Juan de Pavas, cuando Ureña y otro compañero, en un recorrido, se toparon a unos 40 muchachos que le lanzaron piedras contra la radiopatrulla.

Los policías pidieron refuerzos pero la situación se tornó más tensa. Los efectivos de la Fuerza Pública dispararon para tratar de calmar los ánimos y fue allí cuando falleció Omar Montero Salas, de 18 años.

Al consultarle sobre el fallo al viceministro de Seguridad Pública, Rafael Gutiérrez, dijo mostrarse respetuoso de los Tribunales que condenaron al policía.

Subrayó que la sentencia viene a sentar un precedente para todos aquellos que quieren seguir cometiendo actos indebidos dentro de la Fuerza Pública.

Agregó que por la imprudencia surgió un abuso de autoridad en un cumplimiento que pudo haberse resuelto normalmente, pero concluyó con un fatal desenlace para el fallecido y en prisión para el victimario.

La defensa del ofendido sostuvo que Montero no formaba parte del enfrentamiento entre la turba y los policías y únicamente pasaba por el lugar cuando quedó mortalmente herido.

En esa ocasión, a raíz del desenlace, los ánimos se caldearon tanto que los socorristas fueron amenazados luego de que declararon sin vida en el sitio a Montero, y la turba les sustrajo el equipo y los expulsó a pedradas.

Foto: 1786510
El hecho de haber disparado para controlar las turbas en el 2000, llevó a la cárcel al policía, por homicidio simple.
Archivo.

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