Olman Mora
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El marchista costarricense Allan Segura disfrutó el momento más emotivo de su vida. Hoy estuvo al frente la delegación nacional de Costa Rica, portando la bandera tricolor por todo lo ancho y largo del mundo entero.

Segura, quien es carpintero de profesión, utilizó esas mismas manos que emplean el martillo o el serrucho, para llevar la bandera nacional.

“¿Cuándo en mi vida llegué a imaginar que estaría en unos Juegos Olímpicos?, y no es porque no crea en mis condiciones, sino porque es muy difícil llegar.

“Y encima, ser el portador de la bandera en el desfile, es algo que ni en mis mejores sueños pude plasmar”, dijo Segura con asombro, mientras a su lado caminaban cientos de atletas de muchos países.

Este Allan, inquieto, fogoso, dicharachero, amable y servicial, pero sobre todo humilde, hace un alto en su camino y recuerda lo difícil que fue para él llegar hasta donde hoy está. En la capital del mundo deportivo.

“Fui a Rusia empeñando hasta lo que no tenía, en busca de mi clasificación a la Olimpiada”.

Para el desfile de inauguración algunos atletas ticos no estuvieron presentes, es el caso del ciclista Henry Raabe, así como los nadadores Marianella Quesada y Mario Montoya.