Pekín / AFP. Un velo de misterio envuelve todavía a la joven keniana Pamela Jelimo, novata superdotada que se presenta como gran favorita de la final de 800 metros de hoy, después de haber arrollado a sus rivales desde el inicio de la temporada.

Hace cuatro meses, nadie la conocía. La joven de 18 años lucía una medalla de oro en 400 metros en el campeonato de África juvenil de 2007 (54.93) y un récord nacional juvenil en 200 m (24.68).

Nada que despertara la atención. Pero sufrió una transformación en el invierno (boreal).

“"Mi entrenador decidió hacerme pasar al 800 para explotar mejor mi potencial. Me dijo: eres una buena velocista, pero puedes ser mejor en mediofondo”.

En Hengelo, en Holanda, el público atónito vio a una joven arrancar en solitario en el toque de campana y acabar su segunda vuelta como una bala, para batir en más de un segundo el récord del mundo juvenil con un tiempo de 1:55:76 centésimas.

Jelimo mejoró su marca una semana después en Berlín (1:54.99), donde fue invitada la mañana de la carrera.

La keniana ha arrollado a sus rivales en las cuatro primeras etapas del circuito y ha logrado ya cinco cronos en menos de 1 minuto y 56 segundos, actuación fuera del alcance del resto de atletas este año.

¿Cómo explicar semejantes proezas? Difícil de decir, pues la joven es poco locuaz.

Su velocidad en la última vuelta le hace imbatible en reunión, pero pareció más vulnerable en las series y semifinales, dando la impresión de titubear tácticamente.