Julio Bustos
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La palabra proceso es la comidilla en el ambiente futbolístico, porque casi nunca se cumple. Siempre que se inicia algún “proyecto”, es la clave para ilusionar a los seguidores de determinado equipo.

En esta caso estamos hablando de fútbol, pero cuando comienzan a surgir los inconvenientes, todos los involucrados tienen la excusa para no cumplir con el proceso.

Bueno, parece que en las tiendas manudas sí existe un cuerpo técnico encabezado por el profesor Marcelo Herrera, que sí cumple con el proceso por el cual fue contratado, al menos eso refleja y es una realidad.

Con la convocatoria de Wardy Alfaro, Pablo Nassar y Cristian Montero a la Selección, perfectamente pudo decir que no jugaba, porque en su esquema esos jugadores son fundamentales y determinantes.

Pero contrario a otros colegas, impuso su criterio de que está haciendo un proceso para los liguistas y para eso tiene que observar a otros jugadores que pueden y deben ser protagonistas en su equipo.

Por eso el riesgo de “perder” puntos hay que verlo con los tres seleccionados o con los “suplentes”. Por lo tanto, le interesa que el proceso tenga buenas bases para el futuro, y por eso dijo: “juego con los jugadores que tengo y punto”.

Cuando se planifica con bases bien fundamentadas, con respecto a los aspectos del fútbol, técnica, táctica, física y psicológica, con la idea de suministrarles a los jugadores lo mejor de la base científica, no importan los nombres sino los jugadores.