Juan Diego Villarreal
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Alajuela-. La alegría de su arribo al país era elocuente, pero no dejaba de mostrar en su mirada la incertidumbre y preocupación que llevaba dentro.
Al velocista Nery Brenes, tras ubicarse décimo en los 400 metros planos en los Juegos Olímpicos de Beijung 2008 le saludaron sus amigos, novia y familiares, pero quizás la persona más importante en su vida no estaba, su madre Maidela Cardenas.
Ella se encontraba hospitalizada en el hospital Tony Facio por un ataque de asma, por lo que no pudo recibir a su hijo.
Nery contestó las preguntas de la prensa, habló de su futuro, mientras no dejaba de pensar en su mamá hospitalizada.
“Les agradezco a todos los que han venido y reitero mi apoyo al Comité Olímpico Nacional (CON). Algunos quedamos con un sinsabor por nuestra participación, sabemos que se pudo dar más, pero nuestro sueño de ser el campeón mundial están intacto”, aseguró el limonense.
“Siempre he dicho que quiero ser campeón del mundo y esa es mi meta, pero sé que hay que trabajar con todo para lograrlo”.
El limonense añadió que la enseñanza que le dejó la Olimpiada es que “debemos seguir trabajando. Vamos por buen camino y como experiencia me dejó que no debo respetar ni temerle a nadie de mis rivales porque solo así es que podemos mejorar”.
Lo dijo
“No quiero hablar más de los futbolistas, ya dije lo que tenía que decir. Ahora ellos en lo suyo y yo me voy a concentrar en mi preparación”.
“En China comí un montón de cosas muy raras, que no sabían que eran, pero era parte de conocer un poco más de la cultura de ese país”.
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