Hugo Solano
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San José - Con leves raspones en la piel, Carlos Umaña, de 39 años, agradece a Dios la segunda oportunidad de vivir.

No tuvo la misma suerte el otro conductor, José Luis Jiménez, quien fue arrastrado por una cabeza de agua antenoche en la calle que une barrio El Socorro con Santo Tomás.

Carlos Umaña es vendedor y la noche del sábado llamó a una clienta, en San Rafael de Heredia, para ir a entregarle un material.

Cuando bajaba en su Nissan Sentra hacia el puente sobre el río Tibás, comenzó la pesadilla. “Llovía mucho, tuve miedo, pero al ver carros atrás dije: ‘me la voy a jugar’. De repente no pude compresionar, quedé en media cuesta. Todo mundo empezó a echar para atrás y en frente de mí iba el camión Hyundai Porter celeste, cuyo chofer se bajó como a ayudar, pero allí otra correntada nos arrasó a los dos. No tuvimos tiempo de hablar. Yo me salvé porque estaba dentro del carro. Recuerdo que iba dando vueltas por la ladera, yo luchaba con toda el agua que estaba dentro del carro y en un momento me agoté y le pedí a Dios que me dejara vivir, por mis papás y mis sobrinos”, agregó Umaña.

“A como pude abrí la puerta, tragué tierra y agua sucia y pensé que habían pasado horas.

“Yo me encaramé en la tapa del carro y luego en una piedra hasta que los cruzrojistas llegaron. Estoy muy agradecido con ellos. “Creo que esto fue un milagro. Me gusta el fútbol, pero este fue el partido más difícil de mi vida”, puntualizó Umaña.

Empresario, padre de 6 hijos

Carlos Gutiérrez, coordinador de la Cruz Roja, confirmó que el empresario José Luis Jiménez, sigue sin aparecer. Ayer a las 3:30 p.m. se suspendió la búsqueda por mal tiempo.

Su hermano Jorge, estuvo junto al río en todo momento. Dice que José Luis es mecánico industrial, egresado del INA y se dirigía a San José.