Bucarest / AFP. - Más allá del esquema táctico y los pronósticos, Rumania está preocupada por la moral de su ídolo goleador Adrian Mutu, que ha recibido dos golpes seguidos, que podrían afectar su rendimiento de cara al debut de hoy contra Francia.

Todos los rumanos que no pudieron hacer el desplazamiento para ver el partido en vivo, esperan que Mutu pueda encontrar las fuerzas para abstraerse de las últimas dos noticias pesadas que lo han golpeado.

Primero, el viernes, cayó una decisión de la FIFA que le ordenaba pagar $18,6 millones (¢9.765 millones) al Chelsea, que lo echó en 2004 por positivo de cocaína.

Segundo, el fallecimiento de su abuela maternal, la que lo había criado de pequeño, noticia que lo obligó a hacer un viaje relámpago para estar cerca de su familia, según fuentes cercanas al caso.

“Te amamos, te adoramos y por sobre todas las cosas, la vida continúa”, “¡No renuncies Adi! Anota gol tras gol, tú dedicarás uno a tu abuela, uno a tu familia e incluso uno al Chelsea y a la FIFA”, son algunos de los mensajes de aliento que enviaron los hinchas en la “Gazeta Sporturilor”.

En una Rumanía donde no se pasa delante de la iglesia sin hacerse la señal de la cruz tres veces, muchos han dedicado sus plegarias al atacante de la Fiorentina.

Otros, más pragmáticos, están persuadidos de que su ídolo sabrá transformar este momento bajo, en fuente de motivación e inspiración, para aumentar su capital de goles en la selección amarilla.