Mauricio Astorga, actor
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México D.F. Recién pasó el Día del Padre y hoy quisiera comentarles sobre verdaderas “injusticias de género” que, aún y con todos los avances hacia la igualdad real, no dejan de ocurrir.

Por ejemplo, en el idioma castellano hay injusticias terribles en la forma preferencial en la que se trata a los hombres.

Por ejemplo, el “Zorro”, es un héroe justiciero, un paladín de los desposeídos; en cambio la “zorra” es una mujer de la vida fácil.

El “héroe”es un ser dotado de superpoderes para ayudar al mundo; la “heroína“, una droga.

Uno más: “suegro” es sinónimo de padre político; en cambio “suegra”, es sinónimo de bruja.

Pero cuando más saltan a la vista estas desigualdades, es cuando se acerca la celebración del Día de la Madre y del Padre. En los previos al festejo del Día del Padre, los comerciales rezan algo así como: “Regálele a papá el nuevo LCD de 24 pulgadas para que se sienta como en la final de la Euro” ¿Suena bien, verdad? Mientras que en los previos al Día de la Madre, los anuncios son algo así como: “Sorprenda a mamá con las nuevas lavadoras Rapid-wash” ó “Haga que mamá sea la reina de la cocina, con su nuevo horno de microondas Supercook”.

Mientras a papá lo mandan a divertirse, a ver la mejenga y a pasarla bien con cuánto chunche haya aparecido en el mercado, a mamá la mandan a lavar, a cocinar y a planchar. ¿No creen que es una ingratitud?