Estambul / EFE. - Rüstü Reçber, el segundo portero de la selección turca, fue uno de los artífices de la victoria de Turquía ante Croacia, al parar el cuarto penal del conjunto ajedrezado, que dio el pase a las semifinales.

También fue culpa suya el gol de Croacia a falta de un minuto para el final de la prórroga, cuando Rüstü salió de su portería a buscar la pelota. Pero, quizás, sin ese gol Turquía no hubiese hecho lo que viene haciendo desde su segundo encuentro -remontar partidos imposibles- y el gol de Semih en el último instante del tiempo de descuento de la prórroga, no hubiese inyectado ánimos.

Durante todo el partido, la afición turca no ahorró críticas al ex barcelonista Rüstü, que sustituía al seguro meta Volkan Demirel expulsado ante República Checa.

“¿A dónde vas Rüstü?” gritaba la afición turca cada vez que el portero salía a destiempo, pero al final Rüstü terminó convertido en héroe durante los tiros desde los 11 metros.

Reçber, como su selección, es un portero impredecible: tras una primera mitad de temporada lesionado, reapareció y gracias a seguras actuaciones llevó al Besiktas al liderato de la Superliga turca, pero a falta de pocos partidos, él y su equipo se hundieron y apenas lograron el tercer puesto.

En el pasado también vivió experiencias similares, cuando el éxito iba y venía, pero lo mejor llegó durante el Mundial de Corea Japón 2002, cuando fue elegido el segundo mejor portero, tras finalizar tercera la selección turca.

Si la UEFA decide desestimar el recurso interpuesto por la Federación de Turquía contra la sanción de dos partidos a Volkan, Rüstü volverá a defender la portería contra Alemania y el público quizás vuelva a sufrir con sus errores, o a alegrarse de sus paradas. Porque la experiencia de Rüstü, que con 35 años es el “abuelo” de la selección turca, también es ventaja.