Partieron ilusionados, pero con la visión borrosa. Diez días después, pueden ver con claridad la bellezas de su tierra.

Un grupo de 93 costarricenses regresaron el jueves tras someterse a una operación en Venezuela, gracias a la llamada Misión Milagro, impulsada y financiada por el Gobierno de ese país suramericano.

El proyecto, que funciona desde el 2005, atiende a latinoamericanos quienes sufren de cataratas (visión borrosa al ponerse opaco el cristalino o lente del ojo) y pterigión ( pellejito que se ve entre la parte blanca y la café del ojo).

“Es una gran bendición de Dios, todos estamos felices con con los médicos, quienes se portaron excelente con nosotros”, manifestó Olga Calderón, beneficiaria del programa.

Los familiares de los pacientes los recibieron entusiasmados tras su regreso.

Por América Latina

La iniciativa pretende que, en un periodo de diez años, se dé atención quirúrgica a unos seis millones de personas afectadas por problemas oftalmológicos.

El plan, que se inició en Venezuela, está presente también en 31 países de América Latina, el Caribe, Asia y África.

Como extensión de este programa se han creado, con la ayuda del personal médico cubano, clínicas en Venezuela y Bolivia que contribuirán al tratamiento gratuito de estas enfermedades, permitiendo así un mayor control y prevención.

Los organizadores planean llevar a operar a 200 costarricenses más en julio próximo.