Alejandro Arley Vargas
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El 29 de agosto del 2007, un conductor ebrio atropelló al ciclista Ramón Pendones, arquitecto de 43 años, cerca del puente peatonal ubicado en Hacienda Vieja, en Curridabat.

Un mes más tarde, en octubre del 2007, Ramón asistió a la maratón de Chicago. En la camiseta estampó la leyenda: “No puedo correr por un conductor borracho”.

Luego de burlar a la muerte, Ramón declaró la guerra a los irresponsables en carretera y se unió a otras víctimas de ebrios para crear la Asociación de deportistas Contra la Violencia Vial y el Irrespeto (Aconvivir).

Ante la ausencia de una legislación severa, las víctimas de choferes ebrios e imprudentes optaron por organizarse y tratar de combatir el problema.

Este es el caso de Pendones y Alejandro Trejos, quien perdió a su hija Natalia en un accidente automovilístico el 7 de octubre del año pasado.

Trejos promovió la recolección de firmas para cambiar la Ley de Tránsito y se unió a un grupo de amigos de Natalia para pintar un mural en la Fuente de la Hispanidad en contra de la violencia en el país.

Los grupos civiles han dado frutos en otros países. En Estados Unidos existe la organización “Madres contra la conducción bajo efectos del licor” (MADD por sus siglas en inglés).

Kelley Tway, vocera del movimiento, comentó que tienen 400 oficinas para dar apoyo a los sobrevivientes y familiares de accidentes provocados por borrachos al volante.

La organización da asistencia a las víctimas con ayuda de voluntarios, quienes colaboran con los afectados y les guían en los procesos legales.

También promueve el uso de dispositivos como el Interlock, alcohosensor que impide el encendido de un vehículo si el conductor da positivo en la prueba de aliento.

Esperanzador

La viceministra de Transportes, Viviana Martín, calificó como “esperanzador” la aparición de organizaciones civiles que combatan la conducción de personas ebrias y temerarias.

“Estamos prestos a colaborar con sus iniciativas. La falta de legislación nos afecta a todos por igual”, concluyó Martín.

Marco Vargas, jefe de la Unidad de Trauma del Hospital Nacional de Niños, expresó que la legislación nacional no debe permitir el consumo de alcohol a los conductores.

Vargas ha atendido a menores que sufrieron graves lesiones por culpa de conductores borrachos.

“El término preebriedad no debería existir, es una alcahuetería. Nadie que haya tomado licor debe conducir”, dijo el médico.

Vargas recomendó a las madres que se organicen como lo hizo Candy Lightner, quien creó MADD tras perder a su hija Cari de 13 años, en un accidente en mayo de 1980.

Campaña de cervecería

Este año, la Cervecería Costa Rica destinó más de ¢220 millones al programa “Chofer designado” que busca evitar los accidentes producto del alcohol.

Jorge Garita, gerente de Consumo Responsable de la empresa, dijo que utilizan el lema: “Montate con un amigo, no con un borracho” porque es más directo.

“A la gente le gusta que las cosas se llamen por su nombre. Esta campaña pretende que las personas sepan elegir con quién se montan en un carro”, manifestó.

“Los pasajeros no deben pagar la irresponsabilidad”, añadió.

La causa de un triatlonista accidentado

La Asociación de deportistas Contra la Violencia Vial y el Irrespeto (Aconvivir) hará una marcha el próximo sábado en San José.

Ramón Pendones, presidente de la organización, explicó que saldrán de Canal 7, en La Sabana, y llegarán hasta la casa del presidente, Óscar Arias.

“La marcha servirá para presentar nuestras ideas. Nosotros buscamos la aprobación de una nueva Ley de Tránsito y espacios seguros para los deportistas y peatones”, afirmó Pendones.

La invitación está abierta a ciclistas y público en general que quieran apoyar la causa de Aconvivir.

Pendones es triatlonista y fue atropellado en el 2007 cuando entrenaba en su bicicleta. Sufrió serias fracturas y heridas que lo dejaron casi al borde la muerte.

“Fue un conductor borracho; la prueba de alcohol dio positivo y conservo el parte”, recordó con tristeza.

La Ley de Tránsito permite la conducción con 50 miligramos de alcohol por cada cien mililitros de sangre.