Esteban Rojas Sáurez
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Juan Carlos Campos, quien viaja todos los días por la carretera que va de San Francisco a Zapote, asegura que trasladarse por esta vía es “de locos”, por el congestionamiento, el barro y el ruido de los camiones.
“Pierde uno mucho tiempo pegado en esta calle, ahora con la lluvia está llena de huecos y hay que pasar muy despacio, lo que causa presas y choques todos los días”, comentó.
En esta carretera, el Ministerio de Obras Públicas (MOPT) efectúa obras de ampliación a cuatro carriles. Se calcula que por ella pasan 30.000 vehículos al día.
También se llevan a cabo obras en la vía que comunica San Francisco con La Colina, ruta de paso de unos 24.428 carros.
La ampliación de la carretera entre San Francisco y La Colina comenzó en junio del año pasado y, según asegura el MOPT, estará listas en noviembre próximo.
Por su parte, los trabajos en San Francisco-Zapote apenas están avanzados en un 20 por ciento. Las obras se concluirían dentro de un año.
El viceministro de Obras Públicas, Pedro Castro, informó que las presas son inevitables, pero una vez finalizados los trabajos se solucionarán los problemas que tanto aquejan a la población, sobre todo, en las horas pico.
Algunos comerciantes de San Francisco indicaron a Al Día que sus ventas cayeron en un 50 por ciento.
Rodrigo Arguedas, dueño de la carnicería San Francisco, comentó que sus clientes ya no llegan a comprar porque no tienen dónde parquear el carro.
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