DPA y EFE.- Matti Juhani Saari, el estudiante finlandés de 22 años que el martes mató a diez personas en un centro de formación profesional de Kauhajoki, preparó durante seis años el ataque sin que nadie se percatara de ello.

Un día después del baño de sangre, la Policía informó que el joven –quien luego se suicidó – dejó “mensajes de odio” en la habitación estudiantes donde vivía.

“El contenido de las notas indica que odiaba a la raza humana y que había empezado a planear esto en el 2002”, declaró Jari Neulaniemi, el jefe de la investigación.

En uno de los mensajes Saari afirmaba que, “la solución es Walther”, en referencia a la marca de la pistola automática calibre 22 con la que cometió la matanza.

En otro, según las autoridades, escribió: “siempre quise matar al mayor número de gente”.

El desconcierto impera todavía por la falta de acción de la policía en Finlandia, país que vive la segunda masacre en una escuela secundaria en menos de un año.

La primera ocurrió en noviembre pasado, cuando Pekka-Eric Auvinen mató en Jokela a seis compañeros, la rectora y la enfermera de un centro escolar.

Saari había colgado varios videos en el portal de Internet YouTube presentándose como un defensor de las pistolas.

¿Por qué le dejaron arma?

Agentes lo interrogaron el lunes, pero no le retiraron su arma, una Walther P22, ni su licencia para portarla.

Tras la indagación, Saari colgó otro vídeo en el cual dispara en dirección a la cámara y dice en inglés: “Tú serás el próximo en morir”. La Policía también fue alertada de ello, pero no actuó.

A los estudiantes no sólo los asesinó con los disparos de su arma, sino también con el incendio que provocó, ya que irrumpió enmascarado en la escuela portando explosivos y químicos.

Nueve cuerpos de las víctimas quedaron calcinados. Varios de ellos (ocho mujeres y dos hombres) no murieron por los disparos, sino por intoxicación del humo, confirmaron los bomberos.

Mientras tanto, el Primer Ministro finlandés, Matti Vanhanen, anunció que endurecerá la ley en el país, de larga tradición en la caza, y que permite que un muchacho de 15 años tenga licencia si los padres están de acuerdo.

Así era

”Vivo solo con mi gato y no quiero tener hijos”, confesaba Matti en una página en Internet.

Como prácticamente todos los demás asesinos en episodios similares de todo el mundo, había dejado su rastro en Internet.

En el foro Suomi24, Saari enumeraba sus “hobbies”: tiro al blanco, tocar la batería y los ordenadores. Su género cinematográfico preferido era el de terror.

Los demás estudiantes de su residencia lo describieron como un joven retraído, pero completamente normal.

“Tenía una batería que usaba tarde por la noche. No tenía novia. Era una persona tranquila (...)

Era como todo los demás. Tranquilo, pero para nada aislado”, comentó una joven que vivía cerca del criminal en la residencia estudiantil.

Más matanzas

En Kauhajoki hubo vigilias por las víctimas. AFP

14 de febrero 2008

Un joven dispara en el campus de una universidad de Illinois, EE. UU., y mata a cinco personas antes de suicidarse.

16 de abril 2007

32 personas mueren a manos de un francotirador que luego se quita la vida en el campus de la universidad Virginia Tech, EE. UU.

28 de setiembre 2004

Un chico de 15 años asesina a tres estudiantes e hiere a otros cinco en un liceo en Buenos Aires, Argentina.

3 de setiembre 2004

332 personas, entre ellas 186 niños, mueren en una escuela en Beslan, Rusia, durante una toma de rehenes por parte de un comando armado.

20 de abril 1999

Muchachos de 17 y 18 años, con pistolas y bombas, matan a 12 alumnos y un profesor en el liceo Columbine, EE. UU.