Domingo 28 de septiembre de 2008, San José, Costa Rica
Nacionales | Según biólogos consultados por Al Día
Solo quedan 40 jaguares en Corcovado
Al menos 1.600 especies de animales están en peligro de extinción a lo largo del país

Esteban Rojas Sáurez
erojas@aldia.co.cr

Llegar al parque zoológico Simón Bolívar y escuchar el gruñido del jaguar me hace pensar en lo afortunado que soy, al menos lo puedo observar en un zoológico.

Pero lamentablemente es muy probable que las futuras generaciones de nuestro país, no corran con la misma suerte.

Eduardo Carrillo, del Instituto Internacional de Manejo de Vida Silvestre, señaló que hay estudios recientes de la Universidad Nacional que revelan que en la región de Corcovado (Zona sur) solo quedan entre 40 y 50 jaguares.

“En este lugar hace 12 años habían entre 75 y 120 animales, pero debido a la cacería indiscriminada del chancho de monte, se han quedado sin alimento y, su población se redujo”, añadió.

Si no se hace algo, en menos de 10 años los felinos costarricenses podrían desaparecer.

“El jaguar es uno de los que está más amenazado debido a que sus poblaciones son pequeñas, al igual que sus áreas de reproducción y caza”, explicó el biólogo Quírico Jiménez.

Lo más triste es que no solo los felinos como el manigordo, el ocelote y el jaguar están en riesgo. Cientos de plantas y animales se podrían perder para siempre en muy pocos años.

Vilma Obando, bióloga del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), advirtió que al menos unas 1.600 especies están en riesgo de extinción.

Eso se debe en parte a la caza ilegal, la gran cantidad de construcciones cerca de las zonas protegidas, a contaminación y la destrucción de los hábitats.

Para Jiménez uno de los principales problemas que enfrenta el país es la falta de legislación.

“Debido a las construcciones se están segregando áreas de bosque y hay animales que necesitan grandes extensiones de terreno para poder sobrevivir”, añadió.

Las duras manifestaciones de los expertos me llevan de regreso al pasado.

Recuerdo que cuando salía de paseo con mis padres y pasábamos cerca de un parque nacional o una reserva de vida silvestre, podíamos ver un venado cola blanca o un armadillo y oír el aullido de un mono congo.

Pero hoy 20 años después, mis sobrinas solo los pueden observar en zoológicos o sitios como el INBio, ya que el único ruido que se escucha en los bosques ticos es el de los camiones sacando madera o el de las motosierras.

Ahora caminar por un sendero y ver una lapa verde es casi un milagro.

Según datos del Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet), al año se talan grandes extensiones de terreno para la construcción.

Ronald Vargas, director Ejecutivo del Sistema Nacional de Áreas de Conservación, mencionó que las lapas sufren por la tala de los árboles almendro amarillo, de los cuales se alimentan.

La Sala Constitucional ordenó al Minaet, “abstenerse de continuar o iniciar cualquier procedimiento tendiente al aprovechamiento, explotación o extracción del almendro amarillo, mientras este árbol y la lapa verde se encuentren en la lista de especies amenazadas”.

Gran riqueza amenazada

Costa Rica con solo el 0,03 por ciento de la superficie de la Tierra, posee el 3,6 por ciento de la riqueza biológica del planeta.

Ese dato nos ubica entre los países con mayor concentración de especies en el mundo.

Según Obando tenemos unas 360 mil especies de insectos y 60 mil de hongos. “Sólo hemos identificado y descrito 80 por ciento de la gran diversidad”.

Los expertos coinciden que en Costa Rica se debe prohibir la cacería, debido a que no está abolida en la Ley de Vida Silvestre. Además que se aplique la ley Forestal, para que no se construya en zonas donde hubo bosque.

José Joaquín Calvo biólogo del Minaet, resaltó que el país requiere de un mayor control por parte de las autoridades.

“No hay suficientes recursos, ni económicos ni de personal para operativos que eviten que aumente el riesgo”, dijo Calvo.

Mercado negro es un riesgo

Las ranas, las serpientes y las tarántulas están dentro de las especies amenazadas, que tienen mayor venta en el mercado negro.

José Joaquín Calvo, biólogo del Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet), dijo que en muchas veces envían paquetes por correo que contienen pequeños animales.

“En Costa Rica, el comercio se da principalmente antes y después de las vacaciones con pericos y loras”, advirtió el experto. En el mundo, la comercialización de las tarántulas y ranas está de moda.

“Europa es uno de los principales destinos, por ejemplo, en España se puede encontrar de todo”, añadió.

Las ventas ilegales de animales generan ganancias superiores a los $10 mil millones.

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