Kryssia Ortega
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Desde chiquitilla jugaba a hacer locuciones, y no sabía lo que le guardaban los años.

Ya adolescente, Hánzell Carballo se encontró con la que hoy es su pasión y acompañando a una amiga se matriculó en un curso de locución. El curso no la llenó como esperaba y lo dejó. Como las cosas no pasan por nada, luego la llamaron para una prueba en la emisora Radiactiva y a los pocos días estaba contratada.

Posteriormente pasó al proyecto 103 TV, y de ahí a VM Latino, donde trabaja hasta la fecha.

Luego de su participación en el “reality” “Cantando por un Sueño”, de canal 7, le llegó la oportunidad y ahora es una de las caras de “En Vivo”.

¿Qué significa la televisión para usted?

La “tele” para mí es la mitad de mi vida. Cuando comencé pensé en prepararme y estudié periodismo, pero luego me di cuenta que para mí, aparte de mi casa y la radio, la tele es mi fascinación.

¿Qué tan importante es llegar a canal 7?

Todo es parte de un proceso y esta llegada es muy importante. Empecé desde abajo y esto llega como parte de mi crecimiento y es una experiencia muy chiva demostrar todo lo que sé.

¿Cómo es la Hánzell que no conoce el público?

Soy superretraída. Mucha gente piensa que uno es extrovertido pero soy tímida y aunque salgo con mis amigos, me gusta tener un tiempo sola, irme a la playa o a la montaña.

¿Tiene novio?

No, no soy de novios, pero si aparece alguien que llene mis expectativas lo aprovecharé. No me gusta hacerle perder el tiempo a nadie.

¿Qué cosas no haría en un programa en vivo?

Desnudarme, decir malas palabras, insultar a alguien o hablar mal del lugar donde trabajas, cosas así.

¿Qué más le puede pedir a la vida?

Yo me encuentro muy bien como estoy, no he tenido momentos muy malos, solo me gustaría fortalecer mis conocimientos y mi personalidad.

¿A qué le teme?

A Dios, a la mentalidad humana cuando no la ejercen como deben y llega la guerra o la violencia.

¿Cuál es su mejor aliado?

Dios. yo no soy de ir a la iglesia pero sí soy muy espiritual y paso llenándome de cosas buenas.

¿Cuáles son las dos cosas que odia hacer?

Levantarme temprano y ver que alguna persona se aproveche de otra.

Durante su paso por “Cantando por un Sueño” exploró su faceta sexy. ¿Qué pasó con esa Hánzell?

Existe, pero solo de vez en cuando. Los tacones no son para mí, las enaguas las uso los domingos, procuro que combinen con tenis, que sea práctico y cómodo.

¿Cómo era de niña. rebelde, tranquila, tortera?

Demasiado traviesa y bromista. Una vez me escapé a unas fiestas, tenía 5 años apenas.