Alejandro Arley Vargas
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El acusado de matar a Odalia Salas, madre de dos supuestos miembros de la banda “Los Polacos”, confesó ayer que disparó desde una moto contra el vehículo que conducía la mujer porque el acompañante de esta lo amenazó con un arma de fuego.

Así lo relató en el juicio que se sigue en los Tribunales de Pavas.

Los hechos ocurrieron el 3 de agosto del 2003 cerca de los semáforo de Hatillo 8.

El joven de apellido Marín y apodado “Marciano”, aseguró que es la gente la que lo ve como un miembro de la banda “Los Diablos” y negó que tuviera intenciones de matar a Salas.

Marín viajaba como acompañante en la motocicleta que era conducida por otro acusado del homicidio, de apellido Herrera.

“Yo había recibido amenazas (de los ‘Polacos’) de que me iban a matar y andaba atemorizado. Cuando estábamos a la par del carro vi que me sacaron un arma y empecé a disparar con una pistola que traía debajo de la camisa”, manifestó el acusado.

Marín pidió disculpas a la familia de la ofendida y reiteró que no sabía contra quién estaba disparando, pues al ver el arma con que le apuntaban se asustó.

“Luego me di cuenta que el acompañante era un vecino mío que le dicen ‘Flaco’”, añadió.

Venían de chatarrera

El conductor de la motocicleta también declaró ayer.

Dijo que escuchó los disparos hechos por “Marciano” pero sin saber el motivo que los provocó.

El acusado declaró que se dirigían a su casa a ver por televisión el partido entre Saprissa y Puntarenas, luego de haber visitado una chatarrera en Hatillo y una pulpería de la zona.

“Pido disculpas a los ofendidos y a los que les hemos hecho daños. Esto ha sido muy duro para mí y mi familia”, expresó Herrera en su declaración.

Al igual que Marín, Herrera alegó que recibió amenazas de muerte.

Luego de la declaración de los dos imputados, el juicio continuaría hoy con el inicio de la etapa de conclusiones.