Ronny Rojas
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El prófugo Pedro Urrutia Urrutia, contra quien el Juzgado de San Carlos ordenó el miércoles la extradición a España, enfrenta una denuncia penal del holandés Patrick Markus, quien reclama que supuestamente no le pagó un apartamento en Escazú.

La denuncia fue presentada el 29 de octubre del 2008, y mientras no se resuelva no se podrá ejecutar la orden de extradición, informó la Fiscalía.

Según consta en una escritura pública, el 22 de setiembre del 2008 Patrick Markus le traspasó a Urrutia las acciones de la sociedad El Nuevo Nivel Pura Vida S.A., dueña del apartamento.

Casi un mes después, el 21 de octubre, las autoridades arrestaron al español.

En noviembre, Urrutia ofreció la propiedad como garantía en un fideicomiso para asegurar el pago de $300 mil por el trabajo de sus abogados, así como a su médico y al Hospital La Católica, donde está internado desde el 24 de octubre pasado.

Markus alega que Urrutia prometió pagarle el apartamento, valorado en $500 mil y ubicado en el condominio Cortijo Los Laureles, en Escazú, mediante una transferencia bancaria desde una cuenta del banco Santander de Madrid, la cual nunca realizó.

Manrique Lara, abogado de Urrutia, afirmó que la venta fue legítima y que Urrutia le traspasó a Markus una propiedad en la Palmera de San Carlos como parte del pago por el inmueble.

Según el holandés, esta propiedad constituía, en realidad, la garantía por un supuesto préstamo de $80 mil que le hizo al español.

Actualmente, la finca en San Carlos aparece en el Registro Público a nombre de una sociedad presidida por Markus.

El fideicomiso que Urrutia constituyó con su abogado Manrique Lara garantiza el pago de los honorarios de la defensa y $50 mil por los gastos y costas del proceso en los tribunales.

La garantía para el hospital y el médico de Urrutia es hasta por $55 mil para cada uno.

El fideicomiso fue protocolizado el 5 de noviembre anterior por José Luis Ocampo Rojas, quien comparte la defensa de Urrutia con Lara. Ambos tienen también la asesoría de los abogados Juan José Echeverría Brealey, Verónica Zúñiga y Ciro Casas.