Alexander Aguilar
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Punto final a las palabras. Eshora de jugar. Atrás queda la polémica de unos y otros. Se acabó el bla, bla, bla. Es tiempo de hablar con hechos en la histórica gramilla del Estadio Azteca.

Un juego esperado por los casi 4 millones de ticos y los 110 millones de mexicanos. Un escenario a reventar con más de 100.000 gargantas esperando estallar. El marco perfecto para un partido eliminatorio entre dos países que llevan hambre futbolística. ¿O alguien todavía lo duda?

Dos equipos en situaciones opuestas. México en llamas y con su técnico Sven Goran Eriksson urgido de una buena victoria o inevitablemente rodará su cabeza. Al frente Rodrigo Kenton flotando en aguas calmas y con un panorama más halagador y relajado. Para esta parada la presión de la victoria no es cosa suya.

La Selección de Costa Rica colocada entre algodones gracias a su paso perfecto en la eliminatoria (siete juegos, siete victorias), desde que asumió Kenton, quien hasta la fecha ha pasado lejos del látigo de la crítica.

“Lo tenemos que tomar como un partido más, que aunado al encuentro con El Salvador, nos puede ayudar a las pretensiones nuestras de llegar a Sudáfrica”, dijo el DT costarricense, siempre con su tono recatado y escapando a hablar de más, sobre lo que piensa hacer en cada partido.

Contrario sucede con su colega Eriksson, enfrascado desde hace rato en una presión que lo obliga a prometer mejoría a punta de victorias, pero todavía en deuda.

Sobre el partido de hoy, el técnico azteca tiene clarísimo lo que desea.

“Tenemos que atacar mucho, mucho, mucho, tenemos que hacer goles, crear ocasiones. El resultado es la cosa más importante, ojalá que podamos jugar bien, que también es importante”.

Numeritos

Reacciones que no entrarán a jugar en un encuentro que tiene amplia historia. Ticos y mexicanos se han topado 14 veces en eliminatorias mundialistas, con balance que es favorable para los del Norte: seis triunfos, cinco empates y tres derrotas.

Números que no tiene Costa Rica a favor, aunque rumbo a un Mundial ha sido la única selección que logró ganar un partido en el Azteca: aquel inolvidable 16 de junio del 2001, cuando venció 1-2 con tantos de Rolando Fonseca y Hernán Medford.

Pero desde aquel triunfo la “Sele” no ha visto la luz contra México. Ha jugado seis partidos, en los que no ganó ni un punto.

Tres juegos eliminatorios (0-0, 1-2 y 2-0), un amistoso (2-0) y dos encuentros por la Copa de Oro (2-0 y 1-0). ¿Será que hoy la “Sele” se sacudirá?