Milton Montenegro, enviado
mimontenegro@aldia.co.cr
¿De qué se queja usted?, ¿de qué me quejo yo?. Sí, de las presas en las carreteras de nuestro país. Hablamos hasta por los codos porque nos cuesta transitar en la Autopista Próspero Fernández, hacemos mala cara y hasta nos ponemos de mal humor porque se avanza muy lento.
Pero sabe qué, esas presas en Costa Rica son una belleza comparadas con el enorme congestionamiento vial en México.
En nuestro país los automóviles avanzan lento, aquí ni se mueven. Es tanta la cantidad de carros, que en ocasiones un vehículo permanece hasta diez minutos sin rodar y lo que es peor, las presas mexicanas son a cualquier hora del día. El promedio es de dos millones de vehículos que transitan a diario en el Distrito Federal.
Imagínese que si en suelo tico tardamos 15 minutos en un recorrido, en México la misma distancia se hace en unos 40 minutos. Sí es estresante, y si a eso le suma el calor y tener que lidiar con que ningún taxista utiliza el aire acondicionado, es como sentirse pollo rostizado.
Pero la diferencia, la gigantísima diferencia, es que los aztecas no hacen loco, no empiezan a sonar los pitos para que el de adelante se mueva, como sucede con los “conciertos” ticos en las carreteras, donde más de un desesperado se guinda del pito, sabiendo que quien está adelante no puede moverse por la enorme presa. Además, aquí nadie le mienta la madre a nadie, mucho menos lo reta a pelear. ¿Será un asunto de educación?
© 2009. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.