Yensy Aguilar Arroyo
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“Mi mamá recibió un regalo de vida, y estamos agradecidos porque ella está estable y evoluciona satisfactoriamente”.

De esa forma, Silvia Solís habla feliz de la recuperación de su mamá, María Elena Quesada, quien se sometió a un trasplante de hígado el pasado 6 de noviembre, en el Hospital México.

Solís manifestó que su madre padecía una afección en las vías biliares (conductos que drenan la bilis del hígado al intestino) y desde hace un año permanecía bajo el cuidado de los médicos.

“El día del trasplante la llamaron y le pidieron que fuera al hospital, pero ella creyó que iba para una reunión”, expresó.

María Elena es ama de casa, vive en Poás de Alajuela y tiene cuatro hijos. Silvia afirma que por tener gripe, solo en una ocasión ha hablado con su mamá.

“Ya nos explicaron las condiciones en las que debe estar la casa y mi hermana Laura y una tía la van a cuidar”, indicó.