Lunes 16 de noviembre de 2009, San José, Costa Rica
Sucesos | Joven universitaria fue sepultada ayer
Mariela hizo de su trabajo un apostolado
También fue el sepelio de los muchachos que causaron tragedia
  • AlDia.cr
    La muchacha venía de cenar con un amigo a quien había conocido recientemente. Manuel Vega.
  • AlDia.cr
    Maribel Mata, la madre, es consolada por el Wálter Coto al final del sepelio, en la parroquia de Santa Marta. Manuel Vega.
  • AlDia.cr
    En Aserrí también hubo escenas desgarradoras. J. Rivera.

Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr

Mariela Rodríguez Mata, la joven de 24 años, fallecida durante la violenta colisión del viernes por la noche en la carretera de Circunvalación, donde también perecieron dos adolescentes, hizo de su trabajo en el departamento de Becas de la Universidad de Costa Rica (UCR) un apostolado.

Así lo dejó ver su padre, el comerciante Rafael Antonio Rodríguez, a las 12:15 p.m. al final de su sepelio en la parroquia de Santa Marta, en la I Griega.

A esa misma hora y, a unos 17 kilómetros, en el templo de Aserrí, terminaba el funeral de Jan Paul Arias Sandoval y Brandon Andrés Lamboglia Alfaro, presuntos responsables del choque.

Ellos eran acompañados por Gerardo Umaña Chaves, quien salió ileso de la colisión. Al parecer, circulaban a exceso de velocidad e invadieron el carril contrario, según el reporte del tráfico Óscar Barrantes. En el auto, conducido por Arias, de solo 16 años, aparecieron botellas de cerveza.

Compromiso permanente

Mariela tenía cinco años de trabajar en el departamento de Becas de la UCR y, estudiaba Trabajo Social para, desde una mejor posición profesional, optimizar la ayuda solicitada.

“Su misión de ayudar la llevó –incluso– a hacer giras a las casas de los alumnos para ver cuáles eran sus reales necesidades y cómo complementarlas”, agregó.

Era la segunda de cuatro hermanos. Los otros son: Esteban Alberto, Susan y Paula.

“¡Yo soy un hombre que ejerzo la paternidad responsablemente y por eso sabía en qué andaba mi hija, de dónde venía y hacia dónde se dirigía!”

“No conozco a los padres de los presuntos responsables y, por eso no sé si estaban o no enterados de sus actividades”, añadió.

No obstante, al final de la misa le pidió a Dios que los perdonara por todo el dolor causado y que le diera consuelo a sus padres que también estaban sufriendo.

Al referirse a su hija, dijo que era una muchacha “honesta, trabajadora, seria y ordenada, pero sobre todo, con un corazón grande donde cabíamos todos”.

Rodríguez instó a los jóvenes a que, cuando manejen lo hagan con cuidado y que le pidan a Dios que se siente al lado suyo para que los proteja.

Mariela conducía el carro de su papá, un Toyota Tercel que él utilizaba para trabajar como agente de ventas.

“Apenas lo había comprado en mayo. Ella me lo pidió prestado. Ahora quedó destrozado y no sé qué voy a hacer”, dijo.

“Lloren, lloren lágrimas de sangre. Eso es bueno para desahogarse y para entrar al convencimiento de su muerte y al misterio del por qué murió Mariela con apenas 24 años y todo el futuro por delante”, expresó el sacerdote Francisco Javier Mata, en el servicio religioso.

¡Mala hora!

AlDia.cr
Rafael Rodríguez.

Rafael Rodríguez, Padre.

¡Atravesamos por un duro momento, especialmente por la pérdida de un hijo y, este caso, un tesoro de hijo”.

Eugenio Rodríguez, Vecino.

¡Esta tragedia uno no se la desea a nadie y, mucho menos, a esta familia tan humilde, decente y trabajadora!”.

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