Carlos Láscarez S.
clascarez@aldia.co.cr

         

Flores.- La madre de una mujer hallada anteayer muerta en un cafetal, aseguró que perdonaba a los asesinos de su hija y que ella presentía lo peor.

Así lo afirmó María Cecilia Chaves ayer a la 1 p.m., tres horas antes de sepultar a su hija María Auxiliadora Rodríguez, de 31 años, en el cementerio de La Ribera, en Belén.

Recordó que la última vez que la vio con vida fue el domingo a las 5 p.m., cuando se despidió y dijo que se dirigía a una fiesta en un lugar desconocido.

“Como no llegó el domingo, el lunes, ni el martes uno empieza a pensar que la cosa estaba fea. En ese momento, mi corazón presintió que ella estaba muerta, como al final fue”, afirmó Chaves.

Luego le dijeron que la habían visto con tres hombres de dudosa reputación del pueblo.

Comentó que sus corazonadas se hicieron realidad anteayer, cuando se corrió el rumor en el pueblo de que había aparecido el cuerpo de una mujer que presentaba múltiples golpes en la cabeza, espalda, los brazos y un tatuaje a un lado de la espalda.

Agregó que cuando su hija no caía en los problemas de adicción era una mujer normal y muy cariñosa con sus dos hijos de 11 y 12 años, cuyo padre fue asesinado años atrás. Por tal motivo, ahora los menores quedarán bajo el cuido de una tía materna.

Francisco Segura, subdirector del OIJ, afirmó que de momento, se desconoce la causa de muerte. Confirmó que la víctima tenía lesiones en sus genitales con un objeto contuso. El caso se está investigando como un homicidio y no se tienen sospechosos.

“Pido justicia y que den con los causantes, para que ninguna otra madre tenga que pasar por esto. Mi corazón me dice que los perdono, que no les deseo ningún mal pero que hagan justicia. Aunque andaba en sus cosas no sé por qué me la mataron”, dijo.

La víctima

María A. Rodríguez

Edad: 31 años

Sorprendidos

Olga Rodríguez, hermana.

“Fue injusta su muerte. Que tuviera problemas de adicción no era para esto. Era la menor de nueve hermanos”.

María Cecilia Chaves, madre.

“Lo último que me dijo es que quería cambiar de vida, ya que sentía que algo malo le pasaría. Le hablé de Dios”.