Neyssa Calvo Achoy
ncalvo@aldia.co.cr

         

Los que ven a la presentadora de VM Latino, Natalia Rodríguez, tan animosa, alegre y siempre con una salida explosiva jamás pensarían que tuvo muchos problemas con las palabras durante sus años de escuela y colegio.

Recuerda que en la escuela casi no hablaba y cuando lograba expresarse lo hacía con tartamudez. Sin olvidar que pudo leer y escribir con fluidez hasta que cursó el cuarto grado.

Los problemas familiares que enfrentaron sus padres en ese entonces y que se desencadenaron en un divorcio, cuando Natalia estaba en sexto grado, fueron la causa de su rendimiento académico.

Sin embargo con ayuda de los profesores, su madre y la atención especializada todo aquello quedó atrás.

Hoy Natalia no es ni la sombra de lo que fue y aprendió con lo vivido de niña que la fortaleza para vencer los temores está a lo interno de cada ser humano. Es decir, todo se logra con voluntad.

Para nadie es un secreto que la guapa presentadora es inquieta, le gusta renovarse, es espontánea y le encanta improvisar frente al micrófono.

Ella tiene a su cargo de lunes a sábados varios segmentos en VM Latino donde complace con música, presenta videos y noticias de la farándula nacional e internacional.

Además, trabaja en una empresa de pinturas y anima eventos, entre ellos infantiles.

Según recordó esta vecina de Heredia tuvo una niñez creativa, fantasiosa y todo lo quebraba a su paso. En una ocasión, que no olvidará nunca, jugando con su hermana mayor Carolina la tiraron del balcón de la casa porque simplemente ella era Superman. El saltó la dejó inconsciente en el suelo y con cinco puntadas que están como una huella en su barbilla.

En el barrio donde creció jugó escondido y andaba en bicicleta con sus amigos que siempre fueron más hombres que mujeres.

De sus años de infancia no olvida a Warner, su primer amor, aunque él nunca lo supo. Así como el primer beso que le dieron en sexto grado.

“Era un chico que medio me gustaba y jugaba baloncesto en la escuela. En realidad, fue raro y no muy lindo el beso”, comentó entre risas.

Se convirtió en bachiller en el Liceo Samuel Sáenz, en Heredia, donde también recibió adecuación curricular.

En esos cinco años venció de nuevo su temor al público enfrentándolo. Así es, le dio la espalda a la timidez siendo parte del equipo de porrismo, de baile, dirigió los actos cívicos, estaba en la política y fue la tesorera de la clase.

“Me di cuenta que todo se puede lograr si se tiene la fuerza interna”, aseguró.

Eso sí, sigue siendo muy sentimental y nerviosa por eso jamás verá una película de terror.

En dos platos

Es natural, sociable y sobre todo hablantina. Terminó su relación de tres años con “Tito” Madrigal hace tres meses. La atraen los hombres maduros y morenos.

Le encantan los niños, los perros y estudia Relaciones Públicas. Empezó en el modelaje a los 14 años y trabajó en el programa “Planeta Urbano” de canal 2, en 2006.

Le encanta la televisión, pero no descarta en un futuro incursionar en la radio. Su pasión por el micrófono y las cámaras nació admirando el trabajo de la periodista Adriana Durán en las canchas. No es amiga del ejercicio, pero es muy coqueta. Ama jugar con sus tres sobrinos.