* Karina Picado, psicopedagoga
karinavidasana@gmail.com

         

Mi mamá hizo todo lo que podía por mis 4 hermanos y yo, pero siempre fue una mujer distante, fría, regañona y hasta amargada por no tener a mi papá, y veo que eso me afectó.

R/ En su carta explica que eso le afectó a usted, en ser desconfiada, tener temor de amar y que la defrauden, y que con sus hijos usted se muestra muy exigente y hasta distante. Tome urgentemente una decisión: ya el pasado usted no lo puede cambiar, su madre no estaba consciente de lo que hacía, pero usted sí, con su vida actual. Tal vez ella no sabía cómo dar cariño y se sentía con dolor emocional, e impotente hacia los problemas. Sea lo que sea, usted no se puede justificar por esa vivencia. Busque de inmediato a su madre para agradecerle, dígale cuánto la ama y la necesita. Perdónela e inicie un plan de compartir ratos agradables con ella.

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Soy una mamá “doble”: dos hijas propias y un sobrino que adopté por muerte de mi hermana, pero él, de 9 años, tiene serios problemas de conducta y no sabemos qué hacer.

R/ Toda mamá que adopta un hijo, en alguna etapa de esa laboriosa adaptación mutua, tiende a cuestionarse si hizo bien, si la ama o valora lo que hace por él. Pero si se analiza, es lo mismo con los hijos propios, conforme van madurando es que aprenden a valorar a su madre y a honrarla, si es que les enseñamos desde niños el respeto y el cariño. Sigan adelante y busquen ayuda profesional. Porque el amor siempre gana, por eso una buena mamá es el rostro divino. ¡Feliz Día: Dios está con ustedes!

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