Rodolfo Martín
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El incendio que la tarde del 7 de abril convirtió el estero de Puntarenas en una inmensa hoguera que provocó daños a 40 embarcaciones –unos de manera total y otros de forma parcial– y que también afectó a varios muelles privados, habría arrojado pérdidas por unos ¢2.000 millones.

Así consta en una demanda planteada por un grupo de pescadores ante el Tribunal Contencioso Administrativo y Hacienda contra del Estado

Según Ingeniería de Bomberos, del Instituto Nacional de Seguros (INS), la conflagración habría iniciado en una lancha tipo eduardoño, decomisada en la lucha contra el narcotráfico internacional unos cinco años atrás y bajo la custodia de la Policía de Proximidad y la Base Naval de Puntarenas, trascendió ayer.

El fuego se trasladó a otras embarcaciones –también custodiadas por el Servicio Nacional de Guardacostas– porque estaban unidas entre sí por amarras de cabuya, nylon o algodón, se dijo.

Estas embarcaciones quedaron a la deriva y con la llegada de la marea alta fueron arrastradas hacia adentro del estero donde estaban anclados las 40 pesqueros.

A criterio del accionante Álvaro Moreno, representante de la mayoría de los afectados, medió la falta de cuidado de la Fuerza Pública, porque carecía de un plan para prevenir una situación de esta naturaleza.

La procuradora Laura Araya, enfatizó, por el contrario, que sí hubo un protocolo y que si la situación ocurrió fue por el efecto de terceros o causa mayor. Ella solicitó que la acción fuera declarada sin lugar.

Graves daños

Bernardo Pérez.

Bernardo Pérez, pescador.

Mi lancha, “Libertad” sufrió daños al pasarle por encima a embarcaciones en llamas”.

José L. Briceño, capitán

Era el capitán del Andy. En medio de las trifulcas de la emergencia, sufrí quemaduras”.

Juan Boza, pescador.

Los daños que sufrí ascienden a unos ¢4 millones, perdí equipo de navegación y de pesca”.