Cleveland / AP. - LeBron James insistió en que no era nada personal. Pero el marcador comunicó lo contrario.

James encabezó una ofensiva de 16-0 en el primer cuarto, acalló los abucheos e improperios de los aficionados que llegaron a llamarlo el “Rey” y terminó con 38 puntos para llevar el jueves al Heat de Miami a un paliza de 118-90 sobre los Cavaliers.

“Tengo el mayor respeto por esta franquicia, por estos fanáticos”, dijo James, quien pasó parte de la segunda mitad bromeando con la banca de Cleveland.

El partido que más le importaba a los Cavaliers terminó siendo su peor derrota en la temporada hasta el momento.

“Pienso que jugó excelente. Tan simple como eso”, comentó el entrenador de los Cavaliers, Byron Scott. Tan simple como eso.

El partido fue el primero de James en la ciudad donde jugó siete temporadas hasta que decidió partir como agente libre, en un cambio que enfadó a los aficionados que lo consideraban propio.

“Vinimos aquí con un objetivo y ese era ganar y lo logramos. Este fue nuestro partido más completo de la temporada, de principio a fin”, expresó LeBron.

James estuvo en la banca todo el último cuarto, mientras decenas de guardias de seguridad y policías formaban valla en el acceso de los equipos a la cancha y protegían al astro de objetos lanzados en su contra. Luego de que transcurrieron los últimos segundos, James se fue sin incidentes.

Hasta entonces, James tuvo bromas frecuentes con los entrenadores que lo dirigieron con los Cavaliers e incluso habló con algunos aficionados junto a la cancha. El jugador oriundo de la ciudad de Akron sonrió en un momento en que lanzaba tiros libres, a pesar de que parecía que toda la arena le gritaba: “Akron te odia”.

El temprano desahogo del Heat dejó a los 20.562 aficionados presentes con nada que vitorear, salvo los ocasionales tiros fallados por James. No erró muchos, pues finalizó con 15 de 25 desde el piso, además de ocho asistencias y cinco rebotes.

LeBron nunca se disculpó con Cleveland o sus fanáticos, pero dijo que apreciaba la forma en la que fue tratado cuando era un joven jugador profesional.

“Tantas cosas pasaron por mi mente. No tengo nada malo que decir sobre estos fanáticos, entiendo su frustración. También estaba frustrado porque no logramos lo que queríamos. Les deseo a esta organización y a estos fanáticos, que son maravillosos, lo mejor”, finalizó el espectacular LeBron James.