Diana Vega, colaboradora
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Hace seis meses el equipo manudo estableció sus objetivos, hoy el “Macho” y sus pupilos están muy cerca de poder disfrutar el campeonato nacional.

La clave del éxito radica en el compañerismo, según el técnico nunca existió banca ni titulares, solo un grupo de jugadores con ganas de traer a casa, después de cinco años, la Copa Nacional.

“Ha sido parte del trabajo, no es fácil estar en el banco, pero el apoyo de los compañeros y no hacer diferencia es importante”, comentó el timonel manudo.

La juventud, de la mano de la experiencia, fue el as bajo la manga del estratega, que ahora en compañía de su equipo ve gran parte de sus metas cumplidas.

“La final me llena de satisfacción, aquí uno se da cuenta de que las cosas se están haciendo bien y el trabajo está dando resultados. Luis Marín fue mi consejero, me trasmitió su experiencia y eso es importante para los que estamos empezando”, comentó Christopher Meneses, jugador más regular del cuadro manudo (suma 1769 minutos de juego).

El objetivo general está a punto de cumplirse y con ello, cada jugador espera conseguir sus logros personales.

Por un lado, Leandrinho buscará ser líder del goleo general y anotar el décimo gol, como lo prometió el día de su contratación y Alejandro Alpízar buscará el tanto cien de su carrera.

“Hay beneficios personales que si trabajamos grupalmente lo podemos lograr, ese es el objetivo, trabajar todos para lo mismo”, agregó Alpízar.

Y por otro, muchos jóvenes esperan la primera final de su carrera en la máxima categoría.

“Las finales son partidos diferentes, aquí todos quieren jugar. Pero, lo importante es que estamos tranquilos, hay ansias y mariposas en estómago. En lo personal visualizo el partido, las jugadas y el estadio”, finalizó Geancarlo González.

Lo dijo

“El equilibrio está en que la Liga es un equipo, un conjunto. Esa es nuestra principal fortaleza”.

Luis Marín, capitán de Alajuelense.