Paulo Rodríguez C., colaborador
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Con lágrimas en sus ojos y alegría en el corazón, el cubano Yusmani Martínez le dedicó su victoria en la etapa de ayer a su compañero Raúl Granjel, quien se accidentó en el primer día de la Vuelta a Costa Rica 2010.

Con gran esfuerzo y dando una muestra de que son especialistas en el plano, el ciclista cubano se adjudicó los 127 kilómetros que comprendía la jornada de ayer, que se corrió entre Esparza y la “Tierra blanca” de Liberia, en 3 horas y 15 minutos.

Martínez se unió con el venezolano Darwin Urrea, quien de paso se consolidó en las metas volantes, para realizar una escapada en las llanuras guanacastecas, que no tuvo respuesta por parte del pelotón.

La fuga se dio desde los primeros kilómetros de la etapa que salió del parque de Esparza; hubo algunos intentos de cacería, pero sin ningún éxito.

La alta temperatura, que alcanzó los 33 grados, no afectó a los foráneos, que están acostumbrados al calor.

La jornada le salió redonda al cubano, ya que le arrebató el suéter amarillo a Marco Salas, quien solo pudo disfrutar del liderato por un día.

Los ganadores y el pelotón fueron recibidos por marimbas y una gran cantidad de gente.

Para hoy, en la tercera etapa, la más larga de la Vuelta, la caravana dejará la pampa guanacasteca y se dirigirá a la Fortuna de San Carlos, para un recorrido total de 187.7 kilómetros.

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