Washington/AFP. - El Senado de Estados Unidos ratificó ayer un nuevo tratado con Rusia que toma las riendas de las armas nucleares que podrían sumir al mundo en el día del juicio final, dándole al presidente Barack Obama una importante victoria.

En las últimas horas de una ajetreada sesión postelectoral del Congreso, trece republicanos rompieron con sus dos líderes de bancadas y se unieron a 56 demócratas y dos independientes para proveer los dos tercios de la votación necesarios para aprobar el tratado. La votación fue de 71 a 26, lo que superó largamente la mayoría requerida.

El START, firmado por Obama y su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, en Praga en abril pasado, reduce sendos arsenales a un máximo de 1.550 ojivas nucleares cada uno, un recorte del 30% respecto al límite establecido por el tratado de Moscú de 2002.

El acuerdo permite asimismo el regreso de los inspectores estadounidenses a monitorear el arsenal ruso, algo que no habían podido hacer desde diciembre de 2009.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que se “necesita tiempo” para estudiarlo antes de hacer lo propio. “Saludamos la aprobación del tratado por parte del Senado estadounidense”, declaró Lavrov.