Milton Montenegro
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Bratislava, Eslovaquia. Fogueo para olvidar, la Selección no se notó, no se hizo sentir y nunca se metió en el partido.

Eslovaquia fue mejor y con mérito ganó 3 por 0, pero la verdad el marcador debió ser mayor. Solo en el primer tiempo, los eslovacos tuvieron tres acciones claras, se salvó el cuadro patrio de no salir apaleado.

Los europeos nos hicieron ver mal en defensa y por los costados la velocidad fue letal, Roy Myrie no vio una con Miroslav Stoch, el compañero de Bryan Ruiz en el Twente de Holanda.

Ojo a lo de Myrie, en los tres compromisos, frente a Francia, Suiza y ayer, no dio la talla.

Costa Rica no tuvo ritmo, ni dinámica; sólo pocas llegadas.

Es cierto que Eslovaquia es un buen equipo, con mucha espuela, por algo tiene a 21 futbolistas en el exterior, pero los nuestros no hicieron cómo sacudirse, se dejaron encerrar y a veces hasta amedrentar cuando los locales golpearon. Una mujer gritó en español: “vamos Costa Rica”, pero sin duda en la cancha no la escucharon, mientras en las gradas, los fríos eslovacos de vez en cuando hacían la ola, otras veces guardaban silencio y en otras gritaban. Pero no tienen esa pasión que hace vibrar el Saprissa, cuando la Tricolor juega en ese escenario.

En el segundo tiempo el panorama no cambió, la “Sele” salió a la cancha, pero no jugó, de nuevo estuvo dormida, parecía que los pies les pesaban a los futbolistas, o más bien fue evidente que el plantel tiene “Bryan dependencia”.

Sin Bryan Ruiz en el campo, el cuadro no carburó, no se hizo sentir y de ahí que los eslovacos jugaron a placer, hicieron lo que les vino en gana.

¿Y el banquillo?, esa es la gran pregunta, no observé reacción de Rónald, no vi que jalara el aire, que regañara. Si luego del choque ante Suiza, Rónald felicitó a los jugadores, ayer debió mostrarles su enfado por el mal accionar.

Como decimos en Tiquicia, no hay que borrar con el codo lo que se hizo con la mano y la Tricolor lo hizo. Lo bueno ante Francia y Suiza lo echó a perder contra Eslovaquia. En la cancha no fue el mismo cuadro, aunque de la gira, Rónald y su cuerpo técnico pueden sacar cosas positivas.