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Las ventanas de la caseta quedaron completamente destrozadas tras los balazos. M. Bertozzi.
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Agentes del OIJ recolectaban pruebas ayer. M. Bertozzi.
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Amigos de Juan se mostraron muy dolidos. M. Bertozzi.
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Wendy Jiménez, policía “Recibimos la llamada de alerta a las 3:10 a.m. Según trascendió, la acción de los asaltantes fue muy rápida”.
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Enrique Monge, jefe de víctima “Juan María era una persona muy humilde. Estaba ahorrando para ir a visitar a su esposa e hijos a Nicaragua. Aquí vivía solo”.
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Ricardo Morales, compañero “Es una gran pérdida para la empresa. Podían haberle robado el arma sin tener que matarlo. Esto es una injusticia”.
Miguel Calderón Suárez
miguel.calderon@aldia.co.cr
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San Sebastián - El sueño de viajar a Nicaragua, en los próximos días para ver a su esposa y a sus dos hijos, se apagó la madrugada de ayer para un guarda de seguridad de la empresa Omega.
Se trata de Juan María Acevedo López, de 48 años, un nicaragüense asesinado de dos balazos en la espalda ayer a las 3:10 a.m., dentro de la caseta de vigilancia en las instalaciones del Centro Comercial Ambar, ubicado en San Sebastián, San José.
Wendy Jiménez, oficial de la Fuerza Pública de la zona, informó que al menos dos sujetos llegaron al lugar. “Aprovecharon una distracción del oficial para dispararle por detrás. Luego ingresaron a la caseta, tomaron un arma calibre 38 que portaba en su cadera el vigilante y huyeron al parecer a pie”, comentó Jiménez.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó que el cuerpo del guarda, quien en el momento del ataque estaba sentado en la silla, quedó boca abajo. Murió segundos después de recibir los disparos.
De los sospechosos, las autoridades aún no tienen rastro.
Se presume que los antisociales son de la zona y que ya tenían identificada a su víctima desde hace algunos meses.
Un elemento clave en la investigación es que en el lugar habían cámaras de seguridad que daban a la caseta, por lo que todo quedó grabado.
El crimen de Avecedo se convierte en el segundo asesinato de un guarda de seguridad en menos de dos días. El pasado jueves, el oficial Gerardo León Rojas, de 41 años, fue baleado en la cabeza por dos desconocidos para robarle una escopeta 12 y una pistola 38.
Una sensible pérdida
Ricardo Morales, compañero y amigo del fallecido, comentó que Acevedo tenía más de cinco años de trabajar para la empresa.
“Juan María era una persona muy trabajadora, humilde y responsable. Recuerdo que siempre hablaba de sus hijos y de las ganas que tenía de verlos”, expresó.
Enrique Monge, jefe del extranjero, agregó que Acevedo “estaba muy ilusionado porque en 15 días le daban la cédula de residencia. En la empresa todos lo apreciábamos mucho”, mencionó.
Agentes del OIJ levantaron el cuerpo a las 5: 30 a.m. bajo la orden de la jueza Marjorie Álvarez.
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Las ventanas de la caseta quedaron completamente destrozadas tras los balazos. M. Bertozzi.
Agentes del OIJ recolectaban pruebas ayer. M. Bertozzi.
Amigos de Juan se mostraron muy dolidos. M. Bertozzi.
Wendy Jiménez, policía “Recibimos la llamada de alerta a las 3:10 a.m. Según trascendió, la acción de los asaltantes fue muy rápida”.
Enrique Monge, jefe de víctima “Juan María era una persona muy humilde. Estaba ahorrando para ir a visitar a su esposa e hijos a Nicaragua. Aquí vivía solo”.
Ricardo Morales, compañero “Es una gran pérdida para la empresa. Podían haberle robado el arma sin tener que matarlo. Esto es una injusticia”.
