Miguel Calderón Suárez
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El Tribunal Penal de Puntarenas condenó a Rudy Viales Abarca a descontar once años de prisión. Lo encontró responsable de la muerte de la joven Kattia Jiménez González, de 25 años de edad.

Los hechos ocurrieron el 23 de diciembre del 2008 en Chacarita de Puntarenas cuando la víctima, quien se encontraba en estado de embarazo, recibió al menos cuatro puñaladas en plena vía pública. Según versiones de testigos, la muchacha fue vista cuando discutía con un hombre. Minutos después, su cuerpo fue encontrado sin vida a un lado de la acera.

La mujer presentaba heridas profundas en la espalda, brazo, piernas y busto. Estas le ocasionaron la muerte casi de forma instantánea.

También tenía un fuerte sangrado en su boca. Las autoridades presumen que Jiménez forcejeó con su agresor.

En ese momento, la muchacha tenía dos niños de uno y tres años y vivía a escasos 100 metros de donde fue asesinada.

La sentencia fue dictada mediante un proceso abreviado al cual se sometió el imputado, tras aceptar los cargos que se le venían señalando por el delito de homicidio simple en perjuicio de la hoy fallecida.

“El dolor sigue vivo”

Tras conocer el fallo, María González, madre de la víctima, comentó que “once años de prisión me parece muy poco para lo que ese tipo nos hizo”.

“No conozco al agresor, ni me interesa saber quién es”, agregó la mamá.

Contó que lo más triste fue llevarle la ropar a su hija y a su nieto a la Medicatura Forense.

“A dos años de la tragedia, la herida todavía esta ahí, fresquita. El dolor que siente una madre con estos casos es inexplicable”, exclamó.

“Algunas veces siento temor, angustia y ganas de llorar, sobretodo por el futuro de mis dos nietos”, dijo la mujer.