Sofía Quesada Chavarría
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Cartago. - “Vamos Mau, vamos Mau”, gritaba Bryam Alban motivando a otros atletas, aunque para él fueran desconocidos.

Solo escuchaba el llamado de los jueces, se aprendía el nombre y corría al lado a alentarlos.

El niño, de 11 años y vecino de Turrialba, se caracterizó ayer por ser el motivador de los participantes. “Usted puede”, decía.

Bryam, tiene Síndrome de Noonan (trastorno genético que afecta mayoritariamente a varones y produce un desarrollo anormal de múltiples partes del cuerpo) y desde hace tres años entró en Olimpiadas Especiales.

“Siempre le ha gustado el deporte y ahora más. Es un niño muy alegre, positivo y sobretodo amistoso; siempre está alentando a todos sus compañeros”, dijo su madre, Roxana Castro.

Bryam corre en los 25 y 50 metros planos y también lanza la bola de softbol. Obtuvo el segundo lugar en los 25 metros en los Juegos Estudiantiles en Guatemala el año pasado. “Esto sirve de motivación para toda la familia, estoy muy orgullosa”, agregó Castro.