Tengo tres años de separado y ahora mi esposa está tratando de arreglar las cosas, pero aún me queda la inseguridad.
Es lógico que usted sienta inseguridad ante el gran reto de volver a vivir con su esposa y familia. Debe tener en cuenta que mucho tiempo ha pasado y que cada uno ya es una persona diferente de la que se enamoraron y de las que eran cuando se dejaron. Por eso, no cometan el error de tener una gran expectativa o creer que van a recibir todo lo que esperaban. Es mejor ser realistas y antes de volver, sométanse a una terapia intensiva de pareja para llegar a la raíz de sus necesidades y también de las heridas para sanarlas de una vez. Negocien todo, hasta qué van a permitir y qué no en el campo sexual, en la comunicación, en las decisiones y en los proyectos juntos. Y hasta que no resuelvan todas estas cosas, no vuelvan.
Mi esposo me golpeó
Desde que una vez mi esposo y yo tuvimos una pelea y él me golpeó hace como un año. Yo perdí todo interés en él, sobretodo en el campo sexual, aunque siento que ya lo perdoné.
Muchas veces la gente dice que duele más la violencia psicológica que la física, pero ambas son totalmente dañinas y con sus consecuencias. Lo traigo a relación, porque podría ser que usted ya no esté sometida a golpes, pero su área emocional está dañada. Perdió la confianza básica en quien se supone la debería cuidar, proteger y no herir. Ante esto, decidió perdonarlo y eso es muy bueno, pero por dentro, a nivel inconsciente hay una parte suya que protesta. Por eso se ve afectada su afectividad y su respuesta sexual. Su situación no mejorará si su esposo no se pone en tratamiento psicológico y médico contra la agresividad.