Sucesos
Domingo 11 de diciembre de 2011, Costa Rica

Presumen que por velocidad buseta no agarró curva

Mueren dos españoles y un tico al caer microbús al río

Hugo Solano

hsolano@aldia.co.cr

Alajuela.- “Oímos el retumbo y salimos. La microbús estaba en el fondo. Un carro negro se parqueó frente a mi casa y dijo que pidiéramos ayuda. Todos murieron, el chofer fue expulsado del vehículo”, narró Heidy Alvarado, vecina que llamó a la Cruz Roja.

A las 5:11 a.m. se recibió la alerta de que en el puente sobre el río Segundo, ubicado 100 al oeste de la Cervecería Costa Rica, sobre la autopista General Cañas una microbús había caído al río.

El oficial de tránsito, William Jiménez, dijo que al llegar ya la buseta estaba en el cauce. “Un testigo que hacía el ceda en la calle aledaña, que viene de la cervecería y se une a la autopista, dijo que la microbús iba a gran velocidad y no agarró la curva, pegó en la baranda metálica a la derecha del puente y se precipitó”, dijo.

Los muertos fueron los españoles Daniel Kanduela García, de 34 años y Enrique Castro Martín, de 36. También falleció el chofer Manuel Antonio Guillén Redondo, vecino de Paraíso, Cartago.

La microbús Hyundai pegó contra la baranda que ya estaba dañada por accidentes anteriores y rodó 35 metros hasta caer al río lleno de piedras. Del puente al fondo, la altura es de unos 15 metros. La buseta es del grupo Barceló y prestaba servicio del San José Palacio al aeropuerto.

Hace poco quitaron las cámaras

No quedó huella de frenado, solo la marca en seis metros en el zacate que atravesó la buseta antes de despeñarse.

El tráfico Jiménez y la vecina que alertó al 911 coinciden en que hace pocas semanas quitaron las cámaras fijas que el Cosevi instaló para sancionar a quienes pasaran por ahí a alta velocidad.

Plutarco Sánchez, de la empresa Barceló, indicó que el chofer tenía poco de laborar para ellos.

Iba para el parque de diversiones

Según Hilda Guillén, hermana del fallecido, ayer apenas terminara su trabajo en el hotel, Manuel tenía pensado ir de paseo al Parque de Diversiones con sus hijos y esposa Jenny. Una llamada a ella, les hizo desistir de todo.

Era vecino de Llanos de Santa Lucía y laboró también para una empresa de autobuses de Cartago. Deja esposa y cuatro hijos.

Colaboró: Jorge Calderón.